Sorpresa con el último álbum de Súper Humor. Tal y como lo vi, lo cogí para llevármelo. Y es que este álbum es muy especial.
Muchos sabréis la historia, pero para los que no la conozcáis, os diré que cuando Bruguera se cerró (y un poquito antes), muchos tuvieron que buscar otras editoriales donde trabajar. Ibáñez no fue una excepción. Mortadelo y Filemón eran las estrellas de Bruguera, pero cuando se acabó, los derechos de estos personajes, que eran de Bruguera, quedaron con ella. Por lo tanto, su autor no pudo dibujar historias para el dúo de dectectives.
Así que Ibáñez pasó a trabajar a Grijalbo, teniendo que crear nuevos personajes. Y en mi opinión dio la campanada con este trío genial. Chicha es una muchacha de su época (como en una serie antigua que se llamaba Chicas de Hoy en Día), independizada de una familia de rancio abolengo y venida a menos. Tato es un pequeño Rompetechos que sabe lo que hace y Clodoveo es el Mortadela del grupo, con sus poderes de transformación aprendidos en el circo donde nació (aunque no abusa de ellos).
El humor no es muy diferente del de un buen Mortadelo, pero estos tipos tienen muchísima picardía. Todo por vivir sin trabajar, trabajando en cualquier empresa estrafalaria que se inventen en el momento. Los malos entendidos se suelen encargar de que todo se hunda sin remedio. De ahí que siempre estén volviendo a la cola del paro.
En estos tiempos que corren, es curioso ver cómo estamos igual que entonces (finales de los ochenta). Por eso creo que muchos verán este álbum como una respuesta humorística a la situación actual, incluso que Ibáñez ha creado los personajes ahora y no hace veinte años.
Este álbum contiene seis tomos completos de la serie Tope Guai, serie donde se recopilaban las historietas publicadas en la revista Guai! Los títulos son los siguentes: Una vida perruna, Pero... ¿Quienes son esos tipos?, El negociete, El cacharro fantástico, A por la Olimpiada 92 y El arca de Noé II. Faltarían otros cinco que espero salgan en un segundo volumen.
Supongo que se sigue notando la mano de Antoni Guiral.
Enlaces para leer más sobre Chicha, Tato y Clodoveo.
En Usuarios Lycoshtml.
En la Wikipedia.
En el Blog Salmón.
En Interzapping.
En Cómic Pasión.
Muchos sabréis la historia, pero para los que no la conozcáis, os diré que cuando Bruguera se cerró (y un poquito antes), muchos tuvieron que buscar otras editoriales donde trabajar. Ibáñez no fue una excepción. Mortadelo y Filemón eran las estrellas de Bruguera, pero cuando se acabó, los derechos de estos personajes, que eran de Bruguera, quedaron con ella. Por lo tanto, su autor no pudo dibujar historias para el dúo de dectectives.
Así que Ibáñez pasó a trabajar a Grijalbo, teniendo que crear nuevos personajes. Y en mi opinión dio la campanada con este trío genial. Chicha es una muchacha de su época (como en una serie antigua que se llamaba Chicas de Hoy en Día), independizada de una familia de rancio abolengo y venida a menos. Tato es un pequeño Rompetechos que sabe lo que hace y Clodoveo es el Mortadela del grupo, con sus poderes de transformación aprendidos en el circo donde nació (aunque no abusa de ellos).
El humor no es muy diferente del de un buen Mortadelo, pero estos tipos tienen muchísima picardía. Todo por vivir sin trabajar, trabajando en cualquier empresa estrafalaria que se inventen en el momento. Los malos entendidos se suelen encargar de que todo se hunda sin remedio. De ahí que siempre estén volviendo a la cola del paro.
En estos tiempos que corren, es curioso ver cómo estamos igual que entonces (finales de los ochenta). Por eso creo que muchos verán este álbum como una respuesta humorística a la situación actual, incluso que Ibáñez ha creado los personajes ahora y no hace veinte años.
Este álbum contiene seis tomos completos de la serie Tope Guai, serie donde se recopilaban las historietas publicadas en la revista Guai! Los títulos son los siguentes: Una vida perruna, Pero... ¿Quienes son esos tipos?, El negociete, El cacharro fantástico, A por la Olimpiada 92 y El arca de Noé II. Faltarían otros cinco que espero salgan en un segundo volumen.
Supongo que se sigue notando la mano de Antoni Guiral.
Enlaces para leer más sobre Chicha, Tato y Clodoveo.
En Usuarios Lycoshtml.
En la Wikipedia.
En el Blog Salmón.
En Interzapping.
En Cómic Pasión.
9 comments:
Dos reparos:
Uno:
Eso de los títulos en pareado es todo un clásico: Segis y Olivio, traperos de alivio, El profesor Tragacanto y su clase que es de espanto, Benito Boniato estudia bachillerato, Anacleto agente secreto, etc. Incluso fuera de Burguera y de la historieta de humor (también pelis como Cristobal Colón de oficio descubridor) incluso en la actualidad continúa; Baldomero, feo, madurito y sin dinero, Olegario Gandaria profesor de secundaria. Solo en Ibañez hay un montón: Mortadelo y Filemón, agencia de información, Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, La familia Trapisonda, un grupito que es la monda,etc. En el caso de los dibujantes de El Jueves puede ser una referencia a los clásicos, pero en Ibañez lo interpreto como la repetición de un recurso chistoso a falta de nuevos; de hecho no solo este: sus recursos chistosos son limitados y repetidos hasta la saciedad.
Dos:
El manierismo estilístico de Ibañez, mareante y falto de inspiración. La escuela Bruguera se movía dentro de los parámetros del cine mudo; tanto en la forma, en plan teatro filmado (un plano fijo, decorado y perspectiva somera, etc) como en la narración (continuidad de las secuencias lineal, gags de porrazos, malentendidos y persecuciones, etc.) No todos los dibujantes estaban tan limitados; algunos juegan en otra liga, como Raf, que decíamos el otro día, o el gran Vázquez y otros fueron buscando diferentes formas de salir de ahí.
En el caso de Ibañez los recursos para salir del cine mudo fueron inspirados (a veces plagiados sin más, como es bien sabido) de Franquin y Gotib. Una vez integrados esos recursos, sobre todo gráficos, el tipo se ha dedicado a repetirlos y multiplicarlos, en fractal, aumentando el nivel de detalle. Esto podría tener cierto interés estilístico, pero creo que ha desembocado en un manierismo falto de inspiración que cansa (a nivel gráfico, en el guión siguen siendo los mismos chistes que hace 30 años en Mortadelo). El mejor Ibañez era precisamente el más cine mudo, era el rey en ese ámbito; los villanos forzudos con nariz rota y camiseta de rallas, las narices puntiagudas: en fin, estos días estoy leyendo muchas historietas del Ibañez primitivo en el blog La Osa Mayor, buscamos personajes de humor y me lo estoy pasando en grande. Claro, no se puede pedir a un artista que no trate de evolucionar, aunque no nos guste a donde llegue.
Enorme comentario, Evil.
Dices muchas cosas. Algunas las comparto y otras no, vamos a ver.
Lo de los títulos puede ser rancio, pero lo de hablar de parados no estaba mal en aquella época (o en esta). Esta de de las pocas series que me gustaron tras Mortadello. Ni Rompetechos, ni Pepe Gotera, ni Sacarino (bueno este último algo más).
A donde quieres llegar, me temo, es a decir de Ibáñez ha perdido mucha gracia tras los setenta y que se repitió con más o menos acierto y mucho trabajo por detrás. No te niego que no me gusta mucho el Ibáñez de los últimos veinte años, pero cosas geniales ha hecho. Para empezar, aguantar cincuenta años con unos personajes inolvidables.
Lo del cine mudo llevado a la revista infantil tiene mucha miga, Evil. Muy bien pensado.
Coincido contingo en la valoración de Raf como un dibujante superior a la media y con un talento para las historias que, aún no habiendo calado en popularidad con el público como Ibáñez o Jan (o el propio Vázquez), debería estar siempre presente en la historia y el reconocimiento de los historietistas españoles.
El estilo de Ibáñez lo copiábamos hasta los niños (unos con más fortuna que otros) recuerdo unas fichas para la clase de inglés que hice (y ya para siempre) imitando el dibujo de Ibáñez. Lo puñetero es que Dani, otro compañerete de clase, con más dotes para el dibujo, me siguió con la idea y sus fichas eran mejores que las mías. Se acabó el destacar por ese camino, cachislamar.
Bueno, la última frase te supondría una buena disputa (siempre interesante) en algún foro sobre Ibáñez. No puedo estar de acuerdo con ella porque creo que la evolución de Ibáñez no ha sido a peor, muy al contrario. Algo bueno he leído en los últimos álbumes, aunque prefiera los antiguos. Muchos son los que piensan lo mismo de Jan, pero yo sigo leyendo sus novedades y he encontrado álbumes que me han satisfecho mucho como su "Tú, Robot". Esperar que nos devuelvan los autores clásicos una y otra vez a las antiguas sensaciones es hacerles un flaco favor. Dejémosles crear, aún cuando su camino no nos guste.
Igual la nostalgia nubla mi juicio sobre las fases arcaicas de los dibujantes, pero es que la de Jan me encantaba: tenía varias versiones del mismo cuento publicadas en editoriales diferentes: dos Aladinos, por ejemplo, que Jan dibujó de manera diferente cada vez. Desgraciadamente he perdido las versiones alternativas, pero conservo las mejores, la de la colección ¿Lluvia de estrellas era el nombre? Sólo me gustaban las dibujadas por él, con esos simpáticos personajes que, por cierto, se parecen muchísimo a los de la serie de la escuela de superhéroes que nos proponías el otro día ¡te has fijado? Pese a ello, me encantó el desarrollo de su estilo en Super López, con pasos intermedios como Pulgarcito o Los últimos de Villapiñas. Me encanta el "realismo", el ambiente urbano de La semana más larga o Los cabecicubos, sin embargo, a partir de la Gran superproducción creo ver cierta dejadez en el trazo, otros dirán que más libertad o soltura, se se acusará más en País de los juegos, El dragón despeinado, etc. Dejé de hacer la colección cuando los guiones comenzaron a limitarse, al menos durante varios álbumes seguidos, a pegar a los personajes en recuerdos turísticos u otras tramas al estilo del Viaje al centro de la Tierra, sin, creo yo, aportar gran cosa, aunque a veces todavía aparecían destellos de su genio. Es sólo ahora, leyendo tu blog, que me han entrado ganas de retomarlo y ver como ha evolucionado desde entonces.
Pero, recuerda... ¡el inspector Dan es mejor! :p
En este blog, Evil, a todos nos nubla la nostalgia el sentido crítico. Así que bienvenido al club, jeje.
No soy muy experto en Jan, así que te remito a los grandes: Kaximpo.
le encontrarás en
http://escariano.blogspot.com/
http://www.superlopez.net/
y en
http://www.elforo.de/superlopez/
Por supuesto, si te gusta Yoko Tsuno tiene una página genial sobre ella en http://www.cachislamar.com/yokotsuno/home.htm
Los Hero Kids, me temo, se basan más en el rollo SuperDeformed de origen japonés.
Me alegro que te haya picado a leer más tomitos de Superlópez. Muchísimos fans se quedaron en los veinte primeros y hay muchas maravillas después.
Y sí ¡el inspector Dan se sale!
Sí, claro, la referencia de los Hero Kids es el manga, pero mira lo que hacía Jan hace 30 años:
http://62.15.226.148/tc/2009/06/24/13918833.jpg
¿Impresionante eh? Un adelantado a su época; en una incursión trasteril al hogar paterno intentaré recuperar los cuentos de Jan que conservo.
¿Qué quieres que te diga? Soy un comprador convencido. A mí no me va mucho el manga y me parece la leche lo que hace Jan.
Por cierto, igual no has visto esta entrada mía. Te va a recordar algo de la foto que me mandas (es tuya, ¿no?). Si te parece, mira los extras de Superlópez que hice en su momento: http://tonnerredebrest.blogspot.com/2008/06/superlpez-35-aos-curiosidades-y-extras.html
Una cosa que me abre las carnes: tuve este cómic y lo vendí hace la torta de años. Cosas de la edad.
Yo lo tengo todavía :) No el álbum de colorear, sino el tebeo de donde está basado, junto con otros de la colección, pero los tengo en Madrid (por eso la foto no es mía).
A lo que me refiero es que entonces tenía Jan ese estilo tan bonito y coherente (lo que hace más meritorio que buscara evolucionar a uno nuevo). Los personajes de esa serie de dibujos se parecen mucho a los de Jan de aquella época y los interpretamos como productos de influencia japonesa; si Jan los hiciera ahora también lo pensaríamos, y nos equivocaríamos, desarrolló ese estilo desde otro punto de partida.
Y yo que creía conocer a todos los personajes de Ibañez, y estos me resultan totalmente desconocidos...
Como ves, son de una etapa rara de Ibáñez, no te sorprenda tanto que ni sean muy conocidos ni hayan tenido continuidad.
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