La cartilla Paláu. ¡Qué recuerdos! Para algunos un suplicio, para otros una diversión estupenda de la escuela. Mi mujer cuenta que cuando pasó del número uno a la dos, un día le hicieron volver a la uno. Lo llevó como un trauma y cuando llegó a casa, ocultó la cartilla a sus padres. Debía tener cinco años. Se nos exigía mucho y no se nos explicaba que reforzar no era ir para atrás como los cangrejos. Demasiada competitividad y demasiada exigencia.
Como podéis comprobar era un método mediante la asociación de imágenes con letras. Por supuesto que el niño debía saber lo que representaba el dibujo y asociarlo a la letra, pero se hacía con paciencia y funcionaba.
Ahora me leo los textos y veo que se hace un poquito con ayuda del dibujo, por lo que creo que era una buena idea.
Esta es posiblemente la frase más famosa y con sus dibujos correspondientes.
Aquí tenéis una página prototipo del método. Tiene las sílabas que ya se han visto (una consonante con las cinco vocales) y las nuevas que se añaden. Con las dos los niños se atrevían a leer un pequeño texto primero...
... para luego aventurarse con las letras en minúscula y con letra de imprenta.
Como podéis comprobar era un método mediante la asociación de imágenes con letras. Por supuesto que el niño debía saber lo que representaba el dibujo y asociarlo a la letra, pero se hacía con paciencia y funcionaba.
Ahora me leo los textos y veo que se hace un poquito con ayuda del dibujo, por lo que creo que era una buena idea.
Esta es posiblemente la frase más famosa y con sus dibujos correspondientes.
Aquí tenéis una página prototipo del método. Tiene las sílabas que ya se han visto (una consonante con las cinco vocales) y las nuevas que se añaden. Con las dos los niños se atrevían a leer un pequeño texto primero...
... para luego aventurarse con las letras en minúscula y con letra de imprenta.
Esta es la contraportada de la cartilla. La incluyo con más calidad para que, una vez hagáis clic sobre la imagen, podáis ver todos los dibujos. Son una maravilla y no puedo evitar pensar que me gustan más las cosas hechas a mano, principamente el coloreado. En fin.
Se puede comentar muchas cosas viendo estos dibujos, sobretodo ver cómo ha cambiado España en estos últimos años. Dudo que ahora la "I" fuese una iglesia o la "Mi" una misa. Dudo que "Na" fuese una navaja y muchísimo más que "Ne" fuese un muchacho negro. Ni la "Pi" iría asociada a una pipa o la "Pu" a un puño. Y terminando, dudo que ningún niño de ahora asocie la "No" a una noria, que seguro no han visto ni "Vo" a un volante tan antiguo (y tan bonito, por cierto).
5 comments:
Yo creo que esta no la tuve, pero mi hermana si... nos lelvamos cuatro años, asi que...
Yo sí la usé y la recuerdo muy bien. Representan un trabajo muy interesante; es necesario encontrar una palabra para ilustrar cada sílaba que sea sencilla e unívoca, de preferencia, un sustantivo que designe un objeto simple y que, a demás, sea conocido por el niño: una tarea nada fácil, no es sorprendente que en algunos casos no hayan conseguido cumplir todos los requisitos.
Algunos resultan perfectos, como «pato», «mano» o la famosa y paradigmática «pipa» que Magrite tomaría de una cartilla de francés en su momento para cambiar el «Ceci est une pipe» por su negación, poniendo en cuestión las técnicas de representación.
En ocasiones se ven obligados a recurrir a verbos, mucho menos claros, como en «su» de subir o realidades complejas como en la «mi» de misa o, sencillamente, no encuentran nada, como es el caso de «vu». Espero que subas las continuaciones, creo recordar que para «fe» usaban «feo», pobre ilustrador, tener que dibujar el paradigma de tal cosa. Otro problema era el nivel de abstracción de la palabra; aunque todos designan paradigmas, «pato», un animal, es menos abstracto que «tubo», una forma, o «feo». Lo perfecto sería que todas estuvieran en el mismo nivel de idealización.
Dos cosas más:
La escritura ideográfica egipcia tenía también un uso fonético no muy diferente al de las imágenes de estas cartillas y de ahí evolucionó la escritura alfabética.
Si os fijáis la elección de las sílabas que vemos en la primera cartilla no son en función de una progresión de lo más fácil a lo más difícil, sino de las más frecuentes a las menos, de manera que el lector en cierne se haría operativo lo antes posible, al ir controlando ya las sílabas más funcionales: la 's' y la 'r' son las consonantes más frecuentes en castellano; he aquí la lista completa de las letras, de la más frecuente a la menos:
E, A, O, S, R, I, N, L, D, C, T, U, P, M, Y, Q, G, V, H, F, B, J, Z, K, W, X
Encaja bastante bien ¿no es cierto? encaja todavía mejor si tenemos en cuenta la frecuencia de los bigramas:
ES, EN, EL, DE, LA, OS, UE, AR, RA, RE, ON, ER, AS, ST, AL, AD, TA, CO, OR
En fin, que me parece un asunto fascinante.
Valentín, me han hecho chiribitas los ojos al ver esto!!!
Es algo que tenía completamente olvidado pero que al verlo me ha vuelto de golpe a la cabeza. recuerdo todos y cada uno de los dibujos.
Y tienes razón, hoy serían inconcebibles ciertas cosas que entonces eran tan naturales.
Qué sesión de nostalgia tan buena!!
Candela, fue difícil no ver esta cartilla aún en los setenta. Una de las obras más leídas de aquella época.
Jo, Evil, que maravilla de análisis. ¡Eres un figura!
Y JuanRa, es lo que me suele pasar con los blogs nostálgicos, que no haces más que ver cosas que tenías olvidadas y te sorprende recordarlas. Con estas entradas lo único que pretendo es hacer una pequeña aportación. Yo tambíen me sorprendí cuando la volví a ver en el trastero.
Hello,
Recordaba los colores pero no el titulo ni la editorial.
La pesadilla la tuve con los cuadernos Rubio y mi padre ..nada de jugar a consolas ni tele hasta acabar los deberes..y si se hacia tarde a cenar y a dormir...
Saludos
Santi
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