El pasado sábado, como anuncié aquí, mi buen amigo y vecino, Javier Lillo, presentó su nuevo libro, El Cuerpo Habla. Como no podía ser menos, fue algo memorable, con la participación de cuatro padrinos fantásticos.
Tras la presentación de Eduardo Caballero, director literario de Creaciones Literarias, se dio paso a Don Ángel Ponce de León, que nos amenizó la velada con un fantástico discurso de presentación del libro, mezclando sabiamente la gracia y el humor apropiado para centrar a los allí presentes como la profundidaz de las aplicaciones que él veía podría tener el libro para las fuerzas de seguridad del estado.
Después pudimos disfrutar del punto de vista, maravilloso y experimentado de dos fantásticos presentadores de Televisión Española, Ana Belén Roy y su compañero de pofesión Juan Ignacio Ocaña.
Después pudimos disfrutar del punto de vista, maravilloso y experimentado de dos fantásticos presentadores de Televisión Española, Ana Belén Roy y su compañero de pofesión Juan Ignacio Ocaña.
Si la intervención docta y plagada de sabiduría (y humor) del Vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Camilo José Cela fue maravillosa, la química que crearon estos dos grandes profesionales fue magistral.
No hacía falta múcho para animarnos a leer el libro de Javier Lillo, ya que el público allí presente éramos un público entregado, pero ayudó mucho ver cómo dos lectores privilegiados que habían tenido la oportunidad de leer el libro antes que los demás, habían disfrutado del mismo y nos daban pistas de cómo unos profanos como la mayoría de nosotros, podíamos sacar partido de las enseñanzas de Javier.
No hacía falta múcho para animarnos a leer el libro de Javier Lillo, ya que el público allí presente éramos un público entregado, pero ayudó mucho ver cómo dos lectores privilegiados que habían tenido la oportunidad de leer el libro antes que los demás, habían disfrutado del mismo y nos daban pistas de cómo unos profanos como la mayoría de nosotros, podíamos sacar partido de las enseñanzas de Javier.
2 comments:
Creo que la modelo está tratando de dicirte con discección que te limpies las comisuras porque tienes una baba, jaja. No sé, sorpréndeme!!
Jeje, Fernando ¡no hombre, que la cosa es más seria!
Yo creo que lo de la discrección es una buena pista. Es más una cosa de ella.
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