Miguel Fernández Soto ha publicado este ensayo acertadísimo sobre la obra más popular de Ibáñez. Se encuadra en el cincuenta aniversario de Mortadelo y Filemón, pero es un trabajo atemporal. De ahí mi consideración de imprescindible.
Hace ya un par de semanas que tengo el ejemplar – que viene acompañado de dos DVDs con la serie entera de los cortos de animación de Estudios Vara – pero no he publicado nada sobre él hasta terminar de leerlo. Y es que lleva su tiempo.
Ya he terminado la lectura y considero que se merece un lugar muy destacado en las librerías (especializadas o no) por lo importante de su temática como por haber cubierto un hueco con un trabajo que venía siendo necesario. No será el último y puede que se mejore, pero a fecha de hoy, es la obra de referencia más destacada y completa que existe.
Sorprende que no sea un volumen de Ediciones B, sino de Medialive, una compañía que, creo, se dedica a la publicación de DVDs.
Cuenta con prólogo de José Antonio Ortega Anguiano que señala la importancia de esta obra de Fernández Soto, a la que sigue la presentación del autor, contando las peripecias sufridas por su libro hasta ver la luz editorialmente hablando. Señala sus referencias, desde entrevistas a Ibáñez en U, hasta las páginas y foros dedicadas a la obra de este magnífico historietista.
Y aquí es donde mis ojos se pusieron como platos. ¡Está mencionando a Chespiro, Magín el Mago, Kaximpo, Tausiet…! No me lo podía creer. De repente los sitios web habían trascendido al medio del que provenían y habían saltado “al mundo real”. Después de mi sorpresa inicial, la razón volvió y me di cuenta de la lógica del asunto. Cualquier tema se está tratando en la red con tal profusión de datos, de colaboraciones, compartiendo medios, materiales y comentarios. Por esa razón, ¿cómo no iban a ser los principales colaboradores de Fernández Soto si son las voces más autorizadas sobre estos personajes míticos de la historieta?
Así que me senté con mi ejemplar y me dispuse a disfrutarlo. Antonio Tausiet, que luego colaborará en una sección del libro, considera como he hecho yo (no le he copiado, ni mucho menos plagiado, señor Tausiet. Perdóneme, pero es que en la relectura que he hecho para escribir esta entrada de blog me he dado cuenta de que coincidimos a la hora de calificar a este libro). Me encanta ver cómo los momentos compartidos a través de unas charlas mediante foros, messengers y comentarios se pueden hacer tan gratos e intensos. Enhorabuena por dejarlo tan bien escrito.
El cuerpo principal de la obra de Miguel Fernández Soto es el repaso a la obra de Ibáñez, sin centrarse sólo en Mortadelo y Filemón, sino encuadrando la obra en la España de entonces y en la Editorial Bruguera, en cada una de sus metamorfosis. Vemos las primeras viñetas de un Ibáñez con potencial pero aún dubitativo. Viajamos a la creación de los personajes y a su primera página. Algo que pudimos ver todos aquellos que leíamos los cómics (perdón) de Bruguera y que pudimos asistir a la inolvidable publicación tanto de los veinticinco años de Mortadelo y Filemón y de la revista Bruguelandia. Pero los demás, tendrán que ver esta obra para descubrir a los personajes cuando aún no estaban definidos.
De esta primera etapa, pasamos a la del Ibáñez prolijo, incansable y omnipresente. Fernández Soto busca y rebusca las influencias, los creadores “apócrifos” (es decir, que no eran Ibáñez), el trabajo del historietista más olvidado (ya sea para Bruguera como para publicidad) y nos hace cercana una historia que lleva gestándose cincuenta años y que espero sigua por muchos más.
Le dedica mucho tiempo a la relación de la obra de Ibáñez con la del genial Vázquez, basada en la admiración que le profesaba el creador de esta pareja de detectives y los múltiples “plagios” (divina palabra) a Franquin que podemos encontrar en la obra del español. Sinceramente, creo que con ellos todos los aficionados a la historieta salimos ganando. Por un lado, se engrandece la figura de Franquin cuando otro autor tan fundamental le cita, calca o como quieran en su obra y también dice mucho de Ibáñez, cuando sabe encontrar en el maestro sus puntos de inflexión y la capacidad para dar las obras que a todos nos maravillan. Y creo que Fernández Soto trata el tema con la corrección y acierto necesarios.
Sigue este libro comentando pormenorizadamente las desventuras de Mortadelo y Filemón por las diversas décadas. De ser un elemento importante en la revista Pulgarcito a ser su propia estrella, eclipsando a los demás autores (pero, por favor, no nos olvidemos de ellos, que son de lo más grande que haya dado este país en cuanto al mundo del cómic y del arte con mayúsculas). Se les reserva apartado especial a todos los colaboradores principales de la serie (Martínez Osete, Sanchís Bonet, Bernet Toledano, etc.), cosa harto necesaria.
Los ochenta marcan un momento crítico en la historia de la historieta española e Ibáñez está en el centro de la tormenta. La experiencia relatada transciende los límites de la serie personal de este autor para ser un paradigma de lo ocurrido con la triste extinción de la llama de Bruguera. Otro momento destacado ocurre cuando a mediados de los noventa se dejan de publicar de manera definitiva las revistas de humor infantil, los tebeos. El Víbora sobrevivió y comenzó la siguiente década y el siguiente milenio, pero fue el canto del cisne. Revistas dignísimas como Dibus! no pueden abarcar lo que Bruguera hizo por las generaciones de niños que una tras otras leímos sus creaciones.
Termina esta parte capital y central del libro con las últimas producciones de Ibáñez, que son criticadas duramente, pero con total aprecio y admiración al maestro. Yo he leído muchas de ellas, porque me gusta regalar a los primos y sobrinos cómics de esta factura y puedo asegurar que no están a la altura de las de los sesenta y setenta. Aún así, un mal Mortadelo es mejor que otros buenos cómics.
De nuevo me maravillo cuando veo que gracias a Kaximpo y a Chespiro, se ha podido ver cómo ciertas portadas han sido copiadas. Pudiera ser el agotamiento de un autor que está llevando un ritmo vertiginoso, que creo no existe otro ejemplo en el mundo del cómic, ni siquiera Kirby. Aún así, el legado es valiosísimo.
Completa el libro una serie de artículos firmados por los autores colaboradores del libro. Alfóns Moliné le dedica un tiempo a la animación (el pasado sábado pude ver la versión animada de aquel álbum en el que Bacterio se tomaba una poción y se volvía gamberro). Antonio Tausiet le dedica un artículo largo, con análisis pormenorizado, a la película de Fesser. He de decir que me pareció la mejor adaptación de un cómic al mundo del cine desde el Batman de los sesenta y el Superman de los setenta (salvando las distancias), pero que no me gustó nada todo lo que pude ver en ella que no pertenecía a Ibáñez. Ni me gustaron los tacos (en el cómic son graciosas onomatopeyas con burros, truenos y demás zarandajas), no me gustó el Rompetechos que se metía en políticas, cosa que nunca hizo su homónimo de papel, no me gustó la violencia excesiva y odié ver la ejecución que colocaron como “gracia”. Una ambientación magnífica que se perdió en el guión. Además, me hizo replantearme si me gustaba o no Mortadelo y Filemón. Y es algo que no me gustó lo más mínimo. No he visto la segunda película, pero si algún día la veo, estaré ojo avizor, porque con la primera tuve muchas esperanzas que se tornaron en sin sabores. En fin.
David Fraile (Kaximpo) le dedica unas páginas a los sitios oficiales dedicados a los detectives y Raúl Fernández a los Foros (me encanta tu reflexión de lo estupenda que es la amistad que surge entre los aficionados en la red).
Concluye su libro el autor planteando las claves del éxito de la serie, desde el trabajo incansable del autor a la potencia de la imaginería que destilan los personajes y las historias que protagonizan.
Por si esto no fuese poco, nos regala una impagable lista de publicaciones. Aquí está todo. Una de las muchas razones por las que este libro es imprescindible. Catorce páginas que serán mencionadas por los aficionados y por los siguientes ensayistas que aborden el tema de la historieta española o repitan con Mortadelo y Filemón.
Podría seguir comentando este libro, empleando más páginas, pero no es necesario. Lo que sí lo es, es que adquieran un ejemplar, porque este libro es imprescindible.
Hace ya un par de semanas que tengo el ejemplar – que viene acompañado de dos DVDs con la serie entera de los cortos de animación de Estudios Vara – pero no he publicado nada sobre él hasta terminar de leerlo. Y es que lleva su tiempo.
Ya he terminado la lectura y considero que se merece un lugar muy destacado en las librerías (especializadas o no) por lo importante de su temática como por haber cubierto un hueco con un trabajo que venía siendo necesario. No será el último y puede que se mejore, pero a fecha de hoy, es la obra de referencia más destacada y completa que existe.
Sorprende que no sea un volumen de Ediciones B, sino de Medialive, una compañía que, creo, se dedica a la publicación de DVDs.
Cuenta con prólogo de José Antonio Ortega Anguiano que señala la importancia de esta obra de Fernández Soto, a la que sigue la presentación del autor, contando las peripecias sufridas por su libro hasta ver la luz editorialmente hablando. Señala sus referencias, desde entrevistas a Ibáñez en U, hasta las páginas y foros dedicadas a la obra de este magnífico historietista.
Y aquí es donde mis ojos se pusieron como platos. ¡Está mencionando a Chespiro, Magín el Mago, Kaximpo, Tausiet…! No me lo podía creer. De repente los sitios web habían trascendido al medio del que provenían y habían saltado “al mundo real”. Después de mi sorpresa inicial, la razón volvió y me di cuenta de la lógica del asunto. Cualquier tema se está tratando en la red con tal profusión de datos, de colaboraciones, compartiendo medios, materiales y comentarios. Por esa razón, ¿cómo no iban a ser los principales colaboradores de Fernández Soto si son las voces más autorizadas sobre estos personajes míticos de la historieta?
Así que me senté con mi ejemplar y me dispuse a disfrutarlo. Antonio Tausiet, que luego colaborará en una sección del libro, considera como he hecho yo (no le he copiado, ni mucho menos plagiado, señor Tausiet. Perdóneme, pero es que en la relectura que he hecho para escribir esta entrada de blog me he dado cuenta de que coincidimos a la hora de calificar a este libro). Me encanta ver cómo los momentos compartidos a través de unas charlas mediante foros, messengers y comentarios se pueden hacer tan gratos e intensos. Enhorabuena por dejarlo tan bien escrito.
El cuerpo principal de la obra de Miguel Fernández Soto es el repaso a la obra de Ibáñez, sin centrarse sólo en Mortadelo y Filemón, sino encuadrando la obra en la España de entonces y en la Editorial Bruguera, en cada una de sus metamorfosis. Vemos las primeras viñetas de un Ibáñez con potencial pero aún dubitativo. Viajamos a la creación de los personajes y a su primera página. Algo que pudimos ver todos aquellos que leíamos los cómics (perdón) de Bruguera y que pudimos asistir a la inolvidable publicación tanto de los veinticinco años de Mortadelo y Filemón y de la revista Bruguelandia. Pero los demás, tendrán que ver esta obra para descubrir a los personajes cuando aún no estaban definidos.
De esta primera etapa, pasamos a la del Ibáñez prolijo, incansable y omnipresente. Fernández Soto busca y rebusca las influencias, los creadores “apócrifos” (es decir, que no eran Ibáñez), el trabajo del historietista más olvidado (ya sea para Bruguera como para publicidad) y nos hace cercana una historia que lleva gestándose cincuenta años y que espero sigua por muchos más.
Le dedica mucho tiempo a la relación de la obra de Ibáñez con la del genial Vázquez, basada en la admiración que le profesaba el creador de esta pareja de detectives y los múltiples “plagios” (divina palabra) a Franquin que podemos encontrar en la obra del español. Sinceramente, creo que con ellos todos los aficionados a la historieta salimos ganando. Por un lado, se engrandece la figura de Franquin cuando otro autor tan fundamental le cita, calca o como quieran en su obra y también dice mucho de Ibáñez, cuando sabe encontrar en el maestro sus puntos de inflexión y la capacidad para dar las obras que a todos nos maravillan. Y creo que Fernández Soto trata el tema con la corrección y acierto necesarios.
Sigue este libro comentando pormenorizadamente las desventuras de Mortadelo y Filemón por las diversas décadas. De ser un elemento importante en la revista Pulgarcito a ser su propia estrella, eclipsando a los demás autores (pero, por favor, no nos olvidemos de ellos, que son de lo más grande que haya dado este país en cuanto al mundo del cómic y del arte con mayúsculas). Se les reserva apartado especial a todos los colaboradores principales de la serie (Martínez Osete, Sanchís Bonet, Bernet Toledano, etc.), cosa harto necesaria.
Los ochenta marcan un momento crítico en la historia de la historieta española e Ibáñez está en el centro de la tormenta. La experiencia relatada transciende los límites de la serie personal de este autor para ser un paradigma de lo ocurrido con la triste extinción de la llama de Bruguera. Otro momento destacado ocurre cuando a mediados de los noventa se dejan de publicar de manera definitiva las revistas de humor infantil, los tebeos. El Víbora sobrevivió y comenzó la siguiente década y el siguiente milenio, pero fue el canto del cisne. Revistas dignísimas como Dibus! no pueden abarcar lo que Bruguera hizo por las generaciones de niños que una tras otras leímos sus creaciones.
Termina esta parte capital y central del libro con las últimas producciones de Ibáñez, que son criticadas duramente, pero con total aprecio y admiración al maestro. Yo he leído muchas de ellas, porque me gusta regalar a los primos y sobrinos cómics de esta factura y puedo asegurar que no están a la altura de las de los sesenta y setenta. Aún así, un mal Mortadelo es mejor que otros buenos cómics.
De nuevo me maravillo cuando veo que gracias a Kaximpo y a Chespiro, se ha podido ver cómo ciertas portadas han sido copiadas. Pudiera ser el agotamiento de un autor que está llevando un ritmo vertiginoso, que creo no existe otro ejemplo en el mundo del cómic, ni siquiera Kirby. Aún así, el legado es valiosísimo.
Completa el libro una serie de artículos firmados por los autores colaboradores del libro. Alfóns Moliné le dedica un tiempo a la animación (el pasado sábado pude ver la versión animada de aquel álbum en el que Bacterio se tomaba una poción y se volvía gamberro). Antonio Tausiet le dedica un artículo largo, con análisis pormenorizado, a la película de Fesser. He de decir que me pareció la mejor adaptación de un cómic al mundo del cine desde el Batman de los sesenta y el Superman de los setenta (salvando las distancias), pero que no me gustó nada todo lo que pude ver en ella que no pertenecía a Ibáñez. Ni me gustaron los tacos (en el cómic son graciosas onomatopeyas con burros, truenos y demás zarandajas), no me gustó el Rompetechos que se metía en políticas, cosa que nunca hizo su homónimo de papel, no me gustó la violencia excesiva y odié ver la ejecución que colocaron como “gracia”. Una ambientación magnífica que se perdió en el guión. Además, me hizo replantearme si me gustaba o no Mortadelo y Filemón. Y es algo que no me gustó lo más mínimo. No he visto la segunda película, pero si algún día la veo, estaré ojo avizor, porque con la primera tuve muchas esperanzas que se tornaron en sin sabores. En fin.
David Fraile (Kaximpo) le dedica unas páginas a los sitios oficiales dedicados a los detectives y Raúl Fernández a los Foros (me encanta tu reflexión de lo estupenda que es la amistad que surge entre los aficionados en la red).
Concluye su libro el autor planteando las claves del éxito de la serie, desde el trabajo incansable del autor a la potencia de la imaginería que destilan los personajes y las historias que protagonizan.
Por si esto no fuese poco, nos regala una impagable lista de publicaciones. Aquí está todo. Una de las muchas razones por las que este libro es imprescindible. Catorce páginas que serán mencionadas por los aficionados y por los siguientes ensayistas que aborden el tema de la historieta española o repitan con Mortadelo y Filemón.
Podría seguir comentando este libro, empleando más páginas, pero no es necesario. Lo que sí lo es, es que adquieran un ejemplar, porque este libro es imprescindible.
Como no podía ser menos, esto es un blog y como tal les ofrezco los vínculos de los sitios web que sirvieron al autor para acercarse a la maravillosa gente que se dedica a reflexionar sobre la historieta española (me baso en la lista de Raúl Hernández).
http://www.elforo.de/latiacomforo/
http://www.ojodepez-fanzine.net/network/tebeos21/
http://tausiet.blogspot.com/ con nueva casa en http://tausiet.blogsome.com/ y con página en http://www.tausiet.com/
y estos de mi cosecha (gracias a Chespiro, por su barra de enlaces tan sumamente útil y documentada):
http://maginoteca.blogspot.com/
http://mortadeloyalgomas.blogspot.com/
http://www.mortadelon.blogspot.com/
http://seronoser.free.fr/bruguera/
http://laosamayor-migsoto.blogspot.com/
http://latiacuartelgeneral.blogspot.com/
http://elblogdemortadelo.blogspot.com/
http://mortadelo-dela-rapita.blogspot.com/
http://mortadelo1988.blogspot.com/
http://www.elforo.de/latiacomforo/
http://www.ojodepez-fanzine.net/network/tebeos21/
http://tausiet.blogspot.com/ con nueva casa en http://tausiet.blogsome.com/ y con página en http://www.tausiet.com/
y estos de mi cosecha (gracias a Chespiro, por su barra de enlaces tan sumamente útil y documentada):
http://maginoteca.blogspot.com/
http://mortadeloyalgomas.blogspot.com/
http://www.mortadelon.blogspot.com/
http://seronoser.free.fr/bruguera/
http://laosamayor-migsoto.blogspot.com/
http://latiacuartelgeneral.blogspot.com/
http://elblogdemortadelo.blogspot.com/
http://mortadelo-dela-rapita.blogspot.com/
http://mortadelo1988.blogspot.com/
¡¡Uf, muchos son!! Disculpad aquellos que no mencione, pero creo que hay muchas muestras en estos blogs y aún no he dado con vosotros.
Y, ¿cómo no? Otro gran amigo que aunque no le dedique página a Mortadelo y Filemón, no debe faltar aquí.
http://www.superlopez.net/
http://escariano.blogspot.com/
Aquí les dejo con el Armario del Tiempo, mi corto favorito de la serie de Estudios Vara.
[vía Vaisvaisvais]
3 comments:
Geniales Mortadelo y Filemón. Pero ya no me gustan tanto en dibujos animados. Los prefiero en el papel impreso de los tebeos.
Los dibujos animados de Mortadelo y Filemón, al igual que las películas con personajes "de carne y hueso" que hicieron hace poco en España sobre ellos, como que les falta algo de la magia del tebeo.
¡Buen artículo, Valentín!
Como bien dices, el libro de migsoto es IM-PRES-CIN-DI-BLE para el que quiera saber algo de Mortadelo y Filemón. Aunque el Gran Libro "oficial" de MyF de Ediciones B fuera mejor de lo que me esperaba, siempre va a tender más a la parte comercial, a minimizar el cansancio del autor y la serie en los últimos números y a los temas delicados de manos ajenas en ciertas etapas.
En cuanto a la parte que me tocó, es la prueba fehaciente de que no se debe hablar de Internet en un libro porque todo ha quedado ya atrasado incluso antes de estar publicado. :(
Gracias Urko y Kaximpo.
Urko, creo que todos preferimos a Mortadelo (¡Ah, por fin no tengo un editor que me lo corrija como "Mortadela") y Filemón como personajes de cómic. Tengo que decir que cualquier personaje de la historieta siempre me gustan más en cómic que en película.
Y Kaximpo, siempre un placer tenerte por aquí. No sabía que íbais a colaborar con Fernández Soto en este libro. Comparto contigo la necesidad de imparcialidad fuera de todo margen comercial. Si algún álbum es flojo no deberían caérsele los añillos (o los chupetes) a nadie por decirlo.
Da igual que pueda quedar atrasado un contenido en un libro sobre internet. Para eso están los foros y los blogs, que nos ponen al día. Tu parte estaba muy bien presentada y no pasa nada por que las cosas se hayan actualizado. Lo importante es que has tenido la suerte de participar en un proyecto verdaderamente estrella.
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