Félix Santos es un músico como la copa de un pino, pero también es mi profe. Es la persona con la que aprendí todo lo que tenía que saber de armonía para poder manejarme de verdad en el mundo de la composición.
En la vieja sede del Ateneo Jazz de Madrid, en la calle Alcalá a la altura del Metro El Carmen, pude aprender con él todo tipo de técnicas de arreglos y la manera de afrontar la interpretación de una partitura, sea de Jazz, Rock o Clásica. Era 1989 y volví en 1994.
Pude hablar de nuevo con él hará tres meses y me contó cómo llevaba la nueva escuela, que podéis encontrar en su página web. Sigue siendo un punto de referencia para la música española que todo aquel que se precie debe visitar.
Su carrera abarca cerca de cuarenta años, desde la batería en diversos grupos populares de los sesenta (y sé de buena tinta que compuso canciones tremendamente populares de aquella época, pero sin firmarlas, que vendían más así), hasta la guitarra jazz tras su paso por Berklee. Sé que alguna sintonía de telediario y alguna cortinilla musical se te debe a tí, Félix, por lo que tu música es muy conocida sin que el público en general lo sepa. Y como músico de sesión, ha sido guitarra y arreglista de infinidad de producciones de relieve en España.
Los aficinonados al jazz recordarán los diversos programas de Jazz Entre Amigos protagonizados por su banda y acompañando a otros guitarristas.
Pero fue su academia la que hizo que la música avanzáse en este país. Son muchísimos los alumnos que han llegado a desarrollar su talento gracias a sus enseñanzas. Algunos se han quedado aquí y otros han hecho las Américas con gran éxito, algunos amigos míos.
Desde aquí quiero hacer extensible este recuerdo y agradecimiento a mis otros profesores, los dos Josés que me enseñaron a leer partituras y a disfrutar de la música, tomando muy en serio mi problema de arritmia hasta que conseguí superarlo, a Alfredo, que me enseñó a poner los dedos en el piano y a corregir los típicos vicios de principiante y a Alejandro, que en lugar de las áridas partituras de entonación, nos traía páginas del Real Book (o Royal Book, como le llamábamos). Con standards de Jazz uno si que aprende música. ¡Gracias a todos!
Por último, me uno a tí, Félix, en tu dolor por las recientes pérdidas en tu familia. Sabes que mis abuelos y tus padres eran como si fuesen familiares, razón por la que siento mucho este año tan aciago que te ha tocado vivir.
Aquí podéis ver una de las muchas interpretaciones que hay de él en YouTube. La pieza se llama Tío Félix. Que la disfrutéis.
[vía Affair2k]
2 comments:
Oh! Que bonito homenaje a tu profesor...
Gracias, Candela.
Espero haberos descubierto un músico interesante.
Y a todos los que queráis saber cómo funciona la música, pues ya sabéis donde dirigiros.
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