Esta novela es un ejemplo del humor con el que Domingo Santos, el alias de Pedro Domingo, lleva un tema tan propio de la Ciencia Ficción como la primera visita de un extraterrestre a la Tierra.
La novela está contada con mucha gracia. La protagoniza un americano, un periodista que ha tenido que abandonar su puesto en Washington por su propio bien, es decir, por un lío de faldas que incluía a la hija de su jefe. El destino es España y en el momento en el que empieza la novela, se encuentra en un pueblecito de la sierra de Madrid. Allí corteja a una muchacha el mismo día en que, por error, un extraterrestre aparece por error.
A partir de ahí una novela brillante en la que se mezcla la picaresca típica de la literatura española con la mala sombra de un autor tocado por la gracia. Tiene momentos hilarantes como cuando la guardia civil se hace cargo de la situación o cuando el despacho oval de la Casa Blanca se llena de alienígenas pequeñitos y rosas.
La explicación de la sexualidad de los extraterrestres merece capítulo aparte. ¡Qué idea tener tres sexos y necesitar de un trío para procrear! Al final, bueno, no me cabe duda de lo que pasa. Pero mejor lean la novela. Merece la pena. Además es muy cortita. Da gusto ver lo bien que escriben algunos.
Está escrita en 1983, por lo que tiene trazas de la ficción que se hacía entonces, en plena Guerra Fría. Según dice Domingo Santos en la introducción, si se hubiese hecho la adaptación al cine de El Visitante, se hubiese adelantado a Spielberg y su E.T. en algunos años. Lástima de vivir en un país con tan pocos medios para el cine de Ciencia Ficción.
Hay una página web en la que se da una breve biografía de Domingo Santos y se citan algunas de sus obras. La dirección es http://www.tierrasdeacero.com/beta/gen/index.php?mod=lib&sec=autva1&autaut=131&pag=5
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