Pocos libros como este para evocar mi infancia.
Jans Jürgen Press era un escritor alemán que nos sorprendió a los niños de los primeros ochenta (aunque este libro es de 1965) con esta propuesta entonces tan innovadora. En cada doble página teníamos un texto (página par) y al lado un dibujo (página impar). Al final de la página de texto se nos hacía una pregunta que debíamos resolver antes de pasar de página. Mirando en el dibujo dábamos con la solución al enigma y cuando pasábamos página, en el primer párrafo estaba la solución y seguías leyendo. Uno de los libros más divertidos de leer que recuerdo.
Pero no sólo eso era lo importante. Eran, para mí, los dibujos. Quedé impresionado para siempre con ese grado de detalle que me hizo fan de todo lo que este autor hiciese. Sólo vi un libro de pasatiempos con elementos que me recordaban a "La Mano Negra". Creo que son unos que se llaman Mil Puntos.
Las aventuras de "la mano negra" se publicó por entregas en Sternchen, el semanario infantil que publicaba el periódico Stern. Cuatro fueron las aventuras publicadas a un dibujo y un texto con enigma a la semana. Nosotros, los niños españoles que ya lo conocimos tardíamente, lo hacíamos en media hora. El volumen de Espasa-Calpe en la colección Austral Juvenil número diez recogía esas cuatro historias de once, once, dieciocho y veintidós partes cada una.
Cuando veáis la nueva edición a continuación, que no respeta el formato original, os daréis cuenta de que es un precursor de Wally y otros libros de buscar en los dibujos.
Bueno, lo prometido es deuda. ¡Vámos a leerlo! ¡A disfrutar como niños!
Más sobre las Aventuras de "La Mano Negra":
- Papel en blanco
- El libro en Scribd
- Nudo de Piedras
- Cisne Negro
- Letras Torcidas
- Planeta de Libros
- Paperblog
Y no dudéis en visitar el blog de El Predicador Malvado, donde aparece como ejemplo de novela laberinto.
3 comments:
Y para evocar la mía...Pero porque no pude leerlo!!!
Jo! No sé si tenía 8 ó 9 años. El tema de la biblioteca de la clase. Todos leyendo este y diciendo que era el mejor. Siempre lo cogía un niño de clase o una niña antes que yo (solíamos ser 40 por aquella época). Y al final me quedé sin leerlo. A cambio, leí uno que se llamaba Leo Pulgamágica que me encantó... y claro, yo decía que Leo era genial, aunque no convencí a ninguno de mis compañeros.
Al final tuve que mentir diciendo que lo había leído (si no acababas siendo como el bicho raro...cuando nunca lo hice.. tendré que leerlo ahora en este blog (jaja))
Para colmo.. A final de curso se sorteaban los libros... y si no me traiciona la memoria... Creo que este me tocó a mí.
Y de repente.. sentí que no podía perder a Leo Pulgamágica... y lo cambié con el niño que le había tocado.
Aún tengo el de Leo. En fin... Ha sido ver tu enlace y venir corriendo (ja,ja).
Estaba tan "emocionado", que he preferido leer la reseña de El Gran Vázquez primero para calmarme y porque todavía no la había leído, claro.
Un abrazo.
David
Gran clásico. Gracias por darnos acceso internetero a su lectura, Valentín :)
David, muchísimas gracias por tu comentario. Genial tu fidelidad con Leo Pulgamágica. ¡Así hay que ser!
Como ves, ahora puedes leer el de la mano negra. Ya veremos si tus antiguos compañeros de clase pueden leer a Leo, jjeje.
Me acuerdo de esos rollos de tener que leer libros y luego tener que sortearlos para ver quién se quedaba con ellos. Algunas veces te quedabas sin tu libro. Un rollo, la verdad.
Evil, gracias a ti por pasarte por aquí.
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