¡Atención!
Este es un libro sólo para niños. Toda persona mayor que lo lea, deberá hacerlo acompañada por un niño. Y es que, de ciertas cosas, los niños saben mucho más que los adultos.
Así comienza el libro. Toda una declaración de intenciones. Jim Botón y Lucas el Maquinista (Jim Knopf und Lucas der Lokomotivfürher en su versión original) es un libro de Michael Ende, ilustrado por J. F. Tripp, escrito en 1960.
Aquí Ende es un valiente que se atreve a desafiar al stablishment literario de la época y crea un cuento para niños tal y como lo podría haber imaginado un niño. Nos encontramos con maravillosas situaciones inverosímiles que son cada vez más interesantes hasta llegar a una magnífica resolución que augura más aventuras (no en vano hay una segunda parte aún más aventurera).
En un pequeño reino, una isla llamada Lummerland, llega un pequeño súbdito, nuestro querido Jim, por paquete postal. El niño crece y al poco el rey se da cuenta de que no hay sitio para tanta gente. Lo gracioso es que en Lummerland sólo vive el rey, una señora, un señor, Lucas el maquinista, Emma, la locomotora y Jim. Pensemos en un reino especialmente pequeño.
Lucas decide irse con Emma, para hacer hueco a Jim, pero este no vacila en unirse a ellos. Así que se montan en Emma y atraviesan el mar hasta llegar a China. Pero no la China de verdad sino la que los niños pueden soñar, con emperadores, princesas secuestradas por dragones, montañas altísimas y gente maravillosa e inverosímil.
A partir de aquí, la novela torna en montaña rusa. Una delicia que se lee de corrido, sin ninguna dificultad y con avidez de más y más capítulos. Pienso que es uno de esos libros ideales para leer en voz alta, sentados en la cama de un niño o niña y fascinarles con la imaginación desbordante de uno de los mejores escritores de literatura infantil de todos los tiempos.
Veo a Ende en la tradición de los grandes Peter Pan: Carroll y Barrie. Todo ello sin las complejas mentes de los autores mencionados. La imaginación de Ende es limpia, infantil (en el mejor de los sentidos de la palabra) y poderosa.
La edición de Noguer ha sido una magnífica oportunidad de recuperar un clásico (bien que siento no poder leer la obra en su idioma original, pero la traducción de Adriana Matons es muy cómoda y parece estar muy bien hecha). Da la casualidad que esta semana ha aparecido en el suplemento Aula de El Mundo. Aquí tenéis el artículo.
Y no puedo reprimir la necesidad de mostraros algún fragmento de la serie de marionetas que se hizo en Alemania con Jim como protagonista. Es una preciosidad.
Jim Knopf und Lukas der Lokomotivführer
[vía kapmatz]
Una nueva versión de animación, que parece menos interesante que la anterior, pero que es más moderna y no está mal.
Jim Knopf opening
[vía opamoanismus]
Y por último, una versión teatral de las aventuras en la China imaginaria.
Jim Knopf und Lukas der Lokomotivführer
[vía Forstwalder]
Este es un libro sólo para niños. Toda persona mayor que lo lea, deberá hacerlo acompañada por un niño. Y es que, de ciertas cosas, los niños saben mucho más que los adultos.
Así comienza el libro. Toda una declaración de intenciones. Jim Botón y Lucas el Maquinista (Jim Knopf und Lucas der Lokomotivfürher en su versión original) es un libro de Michael Ende, ilustrado por J. F. Tripp, escrito en 1960.
Aquí Ende es un valiente que se atreve a desafiar al stablishment literario de la época y crea un cuento para niños tal y como lo podría haber imaginado un niño. Nos encontramos con maravillosas situaciones inverosímiles que son cada vez más interesantes hasta llegar a una magnífica resolución que augura más aventuras (no en vano hay una segunda parte aún más aventurera).
En un pequeño reino, una isla llamada Lummerland, llega un pequeño súbdito, nuestro querido Jim, por paquete postal. El niño crece y al poco el rey se da cuenta de que no hay sitio para tanta gente. Lo gracioso es que en Lummerland sólo vive el rey, una señora, un señor, Lucas el maquinista, Emma, la locomotora y Jim. Pensemos en un reino especialmente pequeño.
Lucas decide irse con Emma, para hacer hueco a Jim, pero este no vacila en unirse a ellos. Así que se montan en Emma y atraviesan el mar hasta llegar a China. Pero no la China de verdad sino la que los niños pueden soñar, con emperadores, princesas secuestradas por dragones, montañas altísimas y gente maravillosa e inverosímil.
A partir de aquí, la novela torna en montaña rusa. Una delicia que se lee de corrido, sin ninguna dificultad y con avidez de más y más capítulos. Pienso que es uno de esos libros ideales para leer en voz alta, sentados en la cama de un niño o niña y fascinarles con la imaginación desbordante de uno de los mejores escritores de literatura infantil de todos los tiempos.
Veo a Ende en la tradición de los grandes Peter Pan: Carroll y Barrie. Todo ello sin las complejas mentes de los autores mencionados. La imaginación de Ende es limpia, infantil (en el mejor de los sentidos de la palabra) y poderosa.
La edición de Noguer ha sido una magnífica oportunidad de recuperar un clásico (bien que siento no poder leer la obra en su idioma original, pero la traducción de Adriana Matons es muy cómoda y parece estar muy bien hecha). Da la casualidad que esta semana ha aparecido en el suplemento Aula de El Mundo. Aquí tenéis el artículo.
Y no puedo reprimir la necesidad de mostraros algún fragmento de la serie de marionetas que se hizo en Alemania con Jim como protagonista. Es una preciosidad.
Jim Knopf und Lukas der Lokomotivführer
[vía kapmatz]
Una nueva versión de animación, que parece menos interesante que la anterior, pero que es más moderna y no está mal.
Jim Knopf opening
[vía opamoanismus]
Y por último, una versión teatral de las aventuras en la China imaginaria.
Jim Knopf und Lukas der Lokomotivführer
[vía Forstwalder]
2 comments:
¡Primer! Cada vez es más difícil ser el primero en comentarte. ;)
Este libro lo leí de pequeño y la verdad es que me gustó mucho. Y recuerdo algunas ilustraciones... los chinos escribiendo en vertical o el dragón... Me quedé con muchas ganas de leer la continuación "Jim Botón y los 13 Salvajes". Algún día lo haré...
Y bien contento que estoy de tener tantos amigos comentando.
El libro que dices lo compré el miércoles pasado. Me lo leo y lo comento dentro de nos lunes. Por cierto, es fácil de encontrar (novena edición, claro está, no las antiguas) y costó como cinco euros y medio. No está mal.
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