12 Redención No Contesta.
En la última entrega dejamos a Valera suprepoblada por mil millones de terrícolas de más, lo que lleva a una situación harto complicada. Los valeranos, más avanzados y posiblemente más civilizados, sufren a unos compañeros de viaje más egoístas y menos solidarios.
Este ha sido el caldo de cultivo para que las rencillas entre los partidarios de los Aznar y los partidarios de los Balmer. Para esta novela, Enguidanos toma a dos miembros de estas familias, pero de segundo rango: Leonor Aznar y Fernando Balmer (todavía no tenemos Balmer anglófilos).
Los alimentos escasean y han llegado al sistema solar donde se encuentra Redención. No llega un mensaje de bienvenida, como esperaban. Sólo silencio. Se supone que por cuestiones de relativismo temporal en viajes a velocidades sublumínicas, los sesenta años de diáspora en Valera son más de catorce siglos en Redención. Algo debe ir mal.
Nueva Madrid, capital de Redención ha sido arrasada por ataques nucleares y la selva ha entrado. Un típico escenario post-apocalíptico, que se ha visto en muchas películas y novelas. Los humanos que sobreviven son verdaderos cavernícolas (adiós a los catorce siglos de avances).
La compañía a la que pertenecen Leonor y Fernando se adentran en el interior hueco de Redención para dar una lección a los Hombres de Cristal, los causantes de la desgracia. Una serie de escaramuzas lleva a que los Hombres de Silicio les apresen, cosa que lleva a un momento de gran heroísmo por parte de la muchacha de la familia Aznar.
Enfermos de radiación, aún tienen fuerzas para desmantelar un plan que pretendía provocar una masacre propiciada por los Hombres de cristal y que le podría haber costado la vida a muchos valeranos. La novela, algo floja, mantiene un fino romance entre los protagonistas. Ver una relación sentimental entre miembros de las dos familias no va a ser algo que se repita. Los Balmer se la tienen jurada a los Aznar.
13 Mando Siniestro.
Con Redención aún bajo el control de los hombres de silicio, los altos mandos de Valera deciden investigar un planeta acuático llamado Solima. Esta novela la protagoniza un miembro de la familia Castillo, la que tiene en la saga la función de Científicos Aventureros. Tres son los nombres que esta familia aporta: Raimundo, su hija Aurora y un aguerrido Adolfo Castillo. Un Aznar, Gregorio, capitanea la nave que les dirige directamente al interior del planeta.
Parece habitable, incluso hay una población autóctona que, curiosamente, habla castellano. Aquí comienza el pulp. La sociedad que ha sobrevivido en esto otro planeta a la reconquista de los hombres de silicio es un resto de la sociedad redentora, pero muy corrupta, al estilo de los humanos mutantes del planeta de los simios. Físicamente son bellísimos y esbeltos, pero emplean el transplante de cerebros para colocar un viejo cerebro en un cuerpo nuevo. Con ello consiguen un poquito de sensación de inmortalidad.
Curiosamente, el malo de la película es un Aznar. Es un giro dramático que no recuerdo que se produzca en el resto de novelas de la Saga. Un científico de nombre Olaf, pero que en realidad se trata del cirujano Arturo Segovia (nombres muy valeranos, también). La ciudad del planeta Raab (que es así como se llama el planeta hueco), es destruida por este personaje, en un arrebato de culpabilidad. Recuerda a una inmolación de proporciones similares a las de la desaparición de las ciudades de Sodoma y Gomorra. El cristianismo social de la Saga vuelve a salir a flote.
Ahora, un nuevo mundo está a disposición de los valeranos, los terrícolas y los raabitas que han sobrevivido para crear una nueva sociedad y prepararse para un asalto a Redención, y más adelante, al sistema solar.
14. División Equis.
Estas novelas protagonizadas por otros valeranos que no son de la familia Aznar se completan con un Ferrer, Octavio. Los Ferrer son ingenieros natos y ahora son necesarios para dar con algún avance tecnológico que les ponga por delante de los hombres de silicio.
Es toda una locura la que plantea Octavio Ferrer, transmutar el sol ultravioleta (recordaréis que es un sol que ocupa lo que sería el núcleo de Redención) por otro convencional. Con ello matarían dos pájaros de un tiro; por un lado, la vida sería imposible en Redención para los hombres de silicio, acabando con la amenaza que representan y, por otro, hará más cómodo y habitable el interior para los humanos.
Este invento, usado por enemigos de la humanidad más adelante en el sistema solar, lo pagaremos caro.
Una vez están preparados los proyectiles y se sabe de su efectividad, no hay nada en Valera más importante, por lo que todos los recursos del planetillo se destinan al asalto final a Redención.
Una gran batalla, dirigida por los efectivos valeranos, con el fin de permitir que el arma de Octavio Ferrer pueda penetrar en el interior, destaca por no estar nada mal narrada por Enguidanos. Como era de esperar, los proyectiles entran en el planeta hueco y transmutan al sol. Ahora falta dotar de una atmósfera respirable al interior y ya está. ¡Qué avanzados vamos a estar si conseguimos hacer atmósferas! Me recuerda al proyecto Génesis de Star Trek II y III.
Los hombres de cristal, como nos recuerda Canalda, no volverán a aparecer en la saga (lástima). Por cierto, las imágenes, como siempre, proceden de los artículos de Canalda en el Sitio de Ciencia Ficción. ¡No dudéis en visitarlo, así como el foro de la Saga!
En la última entrega dejamos a Valera suprepoblada por mil millones de terrícolas de más, lo que lleva a una situación harto complicada. Los valeranos, más avanzados y posiblemente más civilizados, sufren a unos compañeros de viaje más egoístas y menos solidarios.
Este ha sido el caldo de cultivo para que las rencillas entre los partidarios de los Aznar y los partidarios de los Balmer. Para esta novela, Enguidanos toma a dos miembros de estas familias, pero de segundo rango: Leonor Aznar y Fernando Balmer (todavía no tenemos Balmer anglófilos).
Los alimentos escasean y han llegado al sistema solar donde se encuentra Redención. No llega un mensaje de bienvenida, como esperaban. Sólo silencio. Se supone que por cuestiones de relativismo temporal en viajes a velocidades sublumínicas, los sesenta años de diáspora en Valera son más de catorce siglos en Redención. Algo debe ir mal.
Nueva Madrid, capital de Redención ha sido arrasada por ataques nucleares y la selva ha entrado. Un típico escenario post-apocalíptico, que se ha visto en muchas películas y novelas. Los humanos que sobreviven son verdaderos cavernícolas (adiós a los catorce siglos de avances).
La compañía a la que pertenecen Leonor y Fernando se adentran en el interior hueco de Redención para dar una lección a los Hombres de Cristal, los causantes de la desgracia. Una serie de escaramuzas lleva a que los Hombres de Silicio les apresen, cosa que lleva a un momento de gran heroísmo por parte de la muchacha de la familia Aznar.
Enfermos de radiación, aún tienen fuerzas para desmantelar un plan que pretendía provocar una masacre propiciada por los Hombres de cristal y que le podría haber costado la vida a muchos valeranos. La novela, algo floja, mantiene un fino romance entre los protagonistas. Ver una relación sentimental entre miembros de las dos familias no va a ser algo que se repita. Los Balmer se la tienen jurada a los Aznar.
13 Mando Siniestro.
Con Redención aún bajo el control de los hombres de silicio, los altos mandos de Valera deciden investigar un planeta acuático llamado Solima. Esta novela la protagoniza un miembro de la familia Castillo, la que tiene en la saga la función de Científicos Aventureros. Tres son los nombres que esta familia aporta: Raimundo, su hija Aurora y un aguerrido Adolfo Castillo. Un Aznar, Gregorio, capitanea la nave que les dirige directamente al interior del planeta.
Parece habitable, incluso hay una población autóctona que, curiosamente, habla castellano. Aquí comienza el pulp. La sociedad que ha sobrevivido en esto otro planeta a la reconquista de los hombres de silicio es un resto de la sociedad redentora, pero muy corrupta, al estilo de los humanos mutantes del planeta de los simios. Físicamente son bellísimos y esbeltos, pero emplean el transplante de cerebros para colocar un viejo cerebro en un cuerpo nuevo. Con ello consiguen un poquito de sensación de inmortalidad.
Curiosamente, el malo de la película es un Aznar. Es un giro dramático que no recuerdo que se produzca en el resto de novelas de la Saga. Un científico de nombre Olaf, pero que en realidad se trata del cirujano Arturo Segovia (nombres muy valeranos, también). La ciudad del planeta Raab (que es así como se llama el planeta hueco), es destruida por este personaje, en un arrebato de culpabilidad. Recuerda a una inmolación de proporciones similares a las de la desaparición de las ciudades de Sodoma y Gomorra. El cristianismo social de la Saga vuelve a salir a flote.
Ahora, un nuevo mundo está a disposición de los valeranos, los terrícolas y los raabitas que han sobrevivido para crear una nueva sociedad y prepararse para un asalto a Redención, y más adelante, al sistema solar.
14. División Equis.
Estas novelas protagonizadas por otros valeranos que no son de la familia Aznar se completan con un Ferrer, Octavio. Los Ferrer son ingenieros natos y ahora son necesarios para dar con algún avance tecnológico que les ponga por delante de los hombres de silicio.
Es toda una locura la que plantea Octavio Ferrer, transmutar el sol ultravioleta (recordaréis que es un sol que ocupa lo que sería el núcleo de Redención) por otro convencional. Con ello matarían dos pájaros de un tiro; por un lado, la vida sería imposible en Redención para los hombres de silicio, acabando con la amenaza que representan y, por otro, hará más cómodo y habitable el interior para los humanos.
Este invento, usado por enemigos de la humanidad más adelante en el sistema solar, lo pagaremos caro.
Una vez están preparados los proyectiles y se sabe de su efectividad, no hay nada en Valera más importante, por lo que todos los recursos del planetillo se destinan al asalto final a Redención.
Una gran batalla, dirigida por los efectivos valeranos, con el fin de permitir que el arma de Octavio Ferrer pueda penetrar en el interior, destaca por no estar nada mal narrada por Enguidanos. Como era de esperar, los proyectiles entran en el planeta hueco y transmutan al sol. Ahora falta dotar de una atmósfera respirable al interior y ya está. ¡Qué avanzados vamos a estar si conseguimos hacer atmósferas! Me recuerda al proyecto Génesis de Star Trek II y III.
Los hombres de cristal, como nos recuerda Canalda, no volverán a aparecer en la saga (lástima). Por cierto, las imágenes, como siempre, proceden de los artículos de Canalda en el Sitio de Ciencia Ficción. ¡No dudéis en visitarlo, así como el foro de la Saga!
Estas novelas aquí comentadas no son de las mejores de la Saga, pero son divertidas y dejan preparado el sistema solar de Redención para la impresionante siguiente parte. Esta vez son Nahumitas los que van a dar por saco ¡y son maestros en ello!
4 comments:
No deja de sorprenderme el nombre de la saga.
Es muy fuerte la imaginación hace el resto
Pues he hecho un comentario en el foro de la Saga de los Aznar al programa del último sábado y ha tenido mucho interés. Lo puedes ver en
http://es.groups.yahoo.com/group/ghwhite/message/68945
Puede que tengas algunos "clientes" más para el próximo programa. Me alegraría mucho.
Un saludo.
En efecto, somos varios los que lo hemos escuchado.
Es divertida (siempre lo es) la extrañeza de la gente cuando oye hablar de la Saga...
A veces nos reunimos gente de la lista y hablamos de la Saga a grandes voces en bares y otros lugares públicos. ¿Os imaginais la cara que pone la gente cuando no oye hablar de Aznar, bombardeos atómicos, invasiones...?
Ramón
Es que haber tenido un presidente Aznar hace tan poco tiempo tiene que marcar a la Saga. En unas décadas, quedará más en el recuerdo ese período de la historia de España y la Saga seguirá vigente. Será entonces cuando no habrá "guasa" con el nombre. Será como era antes, cuando Enguídanos la escribía.
Post a Comment