La Saga de los Aznar, tercer volumen.

07 La conquista de un imperio.

Habíamos dejado a Miguel Ángel Aznar y a la tripulación del Rayo (seis mil Madrileños, ni más ni menos) rumbo a lo desconocido. Han pasado cuarenta años y se acaba el combustible. Menos mal que dan con un planeta enorme en el que es posible fundar una colonia y vivir allí. Algo hay raro cuando siendo tan enorme tiene la misma gravedad que la Tierra. Por cierto, bautizan al planeta como “Redención”. Muy apropiado.

Pronto dan con nativos del planeta que, curiosamente (veremos razones en futuros volúmenes) son humanos. Ya sabemos de Saissais, de Thorbod y ahora de “Redentores”. Pronto conoceremos a otros seres, estos terribles: los hombres de Silicio. Bueno, en esta novela sólo unas esferas gigantes con aspecto de globo ocular y unos insectos que recuerdan a escorpiones, pero llegarán.

Tengo entendido que no es posible sustituir el carbono por el silicio para crear vida, pero me da igual. Los monstruos se graban en la memoria como clásicos de la ciencia ficción. Son maravillosos… y temibles. Alguna baja y algún pistoletazo y terminan siendo un peligroso vecino de la nueva comunidad.

Por cierto, la historia deja de ser la de Miguel Ángel Aznar y Soto para ser la de su hijo Fidel. Como dije en la anterior entrada del viernes pasado, tenemos ahora ya todos los ingredientes de la Saga, con mayor o menor acierto. Bueno, nos falta Valera, pero ya pronto, ya pronto…

08 El Reino de las Tinieblas.

En esta novela, Enguidanos opta por la tradición del pueblo Azteca-Maya perdido en la selva donde campa a sus anchas como civilización perdida y secreta. En este caso, los redentores son un calco de los pueblos encontrados por los conquistadores españoles en el siglo XVI. Pero a más de cuarenta años de viaje interestelar en las lejanías siderales.

Y en esta novela sí, tenemos una civilización extraterrestre novísima y malvada. La de los hombres de Silicio. Son unos estupendos antropófagos que viven en un mundo hueco (la razón de que Redención tenga una densidad tan baja. Ingenioso, ¿eh?) con su propio sol interno. Un poquito más de la Tierra hueca, otro poquito del Viaje al Centro de la Tierra de Verne y otra pizca de los hombres del futuro (Elois y Morlocks) de H. G. Wells. Todo esto mezclado con la conquista de América (cosa que señala Canalda), al más puro estilo Hernán Cortés y tenemos esta aventura imposible, pero divertida.

Sabemos que no hay verdaderas influencias en la Saga y que todo proviene de la cabeza de Enguidanos y de alguna que otra lectura de clásicos del siglo XIX para atrás. Pero no puedo evitar ver a estos Aztecas del espacio como verdaderos pueblos escondidos al estilo de los habitantes de las civilizaciones ocultas de Burroughs, la primera novela de Doc Savage (que repitieron jugada en otras tantas) y, si me apuran, la del Templo del Sol de Tintín. Ya sé que esta última no, pero no podía evitarlo.

La parte de Viaje al Centro de la Tierra es innegable, aunque no sólo no hay dinosaurios, sino ciudades de silicio. Todo un hallazgo si se diese el caso.

Fidel es considerado un representante del dios Tomok y descubre que hay algo parecido a sacrificios humanos, pero sin sacrificio (me imagino que habría algo de censura a la que temer cuando Enguidanos nos dispensa de ver cómo se entregan las víctimas cadáver a los hombres de silicio. Para ello las víctimas caminan generosas a su final, como los Eloi).

Acompañando a Fidel, un Balmer, Ricardo (nótese la castellanización del nombre. En el espacio, por el momento, sólo se habla la lengua de Cervantes). Estos aguerridos valientes se enfrentan al mundo iluminado por el sol ultravioleta de los hombres de silicio. Está en juego la vida de los redentores y de los terrestres. Gran responsabilidad.

A bordo de unas Zapatillas Volantes (lo siento Carles, pero a mí me parece cañí el término y el humor no hace desmerecer la Saga ni un ápice. Creo que le da vidilla y me encanta incluirlo para contar cualquier cosa que tenga chispa en la obra de Enguidanos – y en otros casos, claro – y creo que Enguidanos no adolece de falta de humor, muy al contrario.), Fidel y Ricardo una pequeña escaramuza de salvamento. La aventura se posterga al siguiente tomo. Os aseguro que es toda una salvajada. ¡No os lo perdáis!

Por cierto, hay una novela que no forma parte de esta historia de los comienzos en Redención y que Pascual Enguidanos suprimió en la segunda edición. García Bilbao respetó el planteamiento del autor y la añadió como apéndice. La veremos al final de todas las entradas. Canalda nos da un anticipo en su página web (Dos Mundos Frente a Frente es el título de la novela, por si la buscáis allí o en el Sitio de la Saga de los Aznar). Aún así, incluyo la portada, que me gusta y decora que es una barbaridad.

Como siempre, las fotos están sacadas del Sitio de Ciencia Ficción y más concretamente de las entradas de Canalda.