Los Virkikis son algo tan especial que había que meterlos cuanto antes en Tonnerre de Brest.
En la foto se pueden ver los dos que tengo. Eran la joyita de mis juguetes. Los quería un montón. Eran tan sumamente ricos y graciosos que me agradaba muchísimo inventar historias para ellos. Jugaba a que eran unos pilotos de nave espacial (el astronauta ayudaba mucho) y que tenían una nave que era una vieja cartera que se había quedado sólo para jugar.
En la foto se pueden ver los dos que tengo. Eran la joyita de mis juguetes. Los quería un montón. Eran tan sumamente ricos y graciosos que me agradaba muchísimo inventar historias para ellos. Jugaba a que eran unos pilotos de nave espacial (el astronauta ayudaba mucho) y que tenían una nave que era una vieja cartera que se había quedado sólo para jugar.
El desgaste del casco del astronauta fue algo que ocurrió desde el principio. Os puedo asegurar que los cuidé mucho, pero aún así se fue perdiendo la pintura. El otro virkiki es un pequeño golfillo. En mi imaginación era una versión peluda de Tom Sawyer, con su tirachinas y su carita de pillo. Una autentica ñoñez o cursilada, pero me parecía una monada (por lo de mono). Muy bonitos estos juguetes.
Muchos niños (y no digo niñas, que claro está tenían virkikis a mansalva) teníamos virkikis. Eran muy graciosos y servirían para saciar nuestro lado amable y suave (y un pelín cursi, ¿por qué no?).
Por lo que he podido ver en la red (más abajo las direcciones de los enlaces), los virkikis proceden de Japón. Fue una compañía francesa la que primero los importó a Europa y después llegó a España de manos de la compañía de peluches Vir. Aún hay cosas de esa compañía jugutera. A mi mujer le regalaron un peluche de Vir (un perrito que tiene ahora mi hijo) en la boda de mi prima (¡un puntazo de regalo!). Pero creo que ha cambiado de nombre.
Poco después, los de Vir sacaron unos virkikis mini que contaban con una pinza en el lugar de los brazos. Los dos que tengo flanquean a los virkikis originales.
Como curiosidad, os muestro una imagen de un Pluto en pijama que también empleaba el sistema de la pinza y que durante muchos años sujetó el cable del teléfono de mi habitación. Lo conservé en activo hasta que me fui de casa de mis padres. Ahora retoza y descansa con sus primitos de peluche.
Por cierto, también tengo un Kikoso, pero no lo he encontrado aún en el trastero de mis padres, por lo que inserto una imagen sacada de aquí. Otro muñequito ñoño que recuerdo con un cariño especial.
Aquí están los enlaces prometidos.
Video de la publicidad de los peluches de Vir.
Historietes de la Nuka, primera entrada.
Historietes de la Nuka, segunda entrada.
Álbum de Fotos.
Lo que encontré buscando información de Peluches Vir.
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Historietes de la Nuka, primera entrada.
Historietes de la Nuka, segunda entrada.
Álbum de Fotos.
Lo que encontré buscando información de Peluches Vir.
2 comments:
Muy bueno lo de los Virkikis. Yo también tuve 2 cuando era pequeño.
En mi afán de volver a conseguir el que más que gustaba, que era el que se chupaba el dedo y que llevaba un baby infantil, busqué por internet y encontré un montón, pero claro, no son los Virkikis españoles de Vir, son los Monchichis, en Alemania son muy populares y los están reeditando. Así que me pillé uno jaja.
De Vir tb tenía al Oso Peposo y actualmente tengo 2 Temblors y los 3 Defensors de la naturaleza.
No pasa nada por nos ser los auténticos. Los juguetes son para disfrutarlos, para jugar (eso sí, sin estropearlos que me enfado) y en último término, para coleccionar.
Así que, si hay reediciones, pues tanto mejor. Como con los Madelman de hace unos años o con los Airgamboys. ¡Otra generación que se ha enganchado a ellos!
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