Hace veinte años: el primer premio UPC de novela corta de Ciencia Ficción.

Pues sí, hace veinte años, otro diecinueve de noviembre, pero de 1991 se fallaron por primera vez los premios de la Universitat Politècnica de Catalunya. Y los ganadores fueron, ni más ni menos que Rafael Marín y Ángel Torres Quesada (primer premio exa-equo) y Javier Negrete (segundo premio).

Firma la introducción Miquel Barceló, que nos presenta el interés de una Universidad por la literatura más creativa y con más posibilidades de aportar ideas a la ciencia y la tecnología. ¿Cómo no? La Ciencia Ficción crea afición por la ciencia y puede dar ideas a los que ya están dentro para dirigir una investigación a un campo desconocido, a una propuesta que nadie antes hubiera planteado. 

Me encantan las afirmaciones en pos de la Ciencia Ficción y su valor indudable como el género más vivo de la literatura actual. Frente a los tópicos de los grandes vendedores, los escritores de Ciencia Ficción plantean tal cantidad de opciones y mundos posibles que el lector interesado no puede más que estar satisfecho por tener a tantos escritores dispuestos a estimular su imaginación.

Para celebrar el veinte aniversario de la UPC, este premio pareció algo apropiado y aún se mantiene como un referente, posiblemente el más prestigioso del panorama editorial español de este género.

El tribunal lo compuso el propio Miquel Barceló,Vladimir de Semir, Mónica Piquer, Isabel Rosell y Domingo Santos.

Sirva esta entrada en mi blog como un sentido homenaje a tan estupendos autores, algunos casi al comienzo de sus carreras. Mi más sincera gratitud a todos ellos. Volver a leer estos relatos ha resultado una aventura estupenda, y me ha hecho ver que algunas cosas que luego se han hecho populares por películas americanas, ya las había dicho y mejor un autor de estos lares.

Este volumen que ahora tengo entre manos, huele a tiempos pasados, pero no así las aventuras que contiene. Vamos a verlas con cierto detalle.

MUNDO DE DIOSES - Rafael Maríns Trechera

Poco llevaba Rafael Marín publicando cuando escribió esta prometedora lectura, corta en su formato y amplia en su propuesta.

Un día, la vida en la Tierra cambia radicalmente cuando unos superhombres, casi inmortales y capaces de las más soprendentes regeneraciones (y algún poder también) se hacen con el control del planeta. Desde entonces, gobiernan con guante de seda a los adormecidos humanos que disfrutan de un falso bienestar a cambio de su libertad.

Como esos dioses son unos golfetes, al estilo de los dioses griegos, tienen como deporte conseguir el favor de las humanas que caigan en sus redes. De estas relaciones nacen bastardos - los derivantes - con alguna de las propiedades de los dioses (principalmente la regeneración). Para dar cuenta de estos "hércules" (semi-humanos, semi-dioses), hay una policía especializada- los Centinelas - en cazarles.

Hasta aquí todo muy espectacular e interesante, pero la historia explota y se vuelve apasionante cuando una de esas policías es en realidad una derivante que no ha tenido mejor idea que meterse dentro de la madriguera de los lobos para sobrevivir. Todo bien hasta que una periodista la pilla. Y aquí empieza su pesadilla, con un dios empeñado en cazarla.

Me recuerda a la persecución de los replicantes en Blade Runner (de hecho, es lo que tenía en la cabeza para hacerme a la idea de cómo eran esos derivantes.

La novela acaba de una manera magistral, pero te sabe a poco. Es como una partida de ajedrez que termina en tablas. Un pide más.

EL CÍRCULO DE PIEDRA - Ángel Torres Quesada

Diré que este relato no tenía como título El círculo de piedra, sino El aliento de la oscuridad, pero se equivocaron al leer el alias del escritor (que fue el círculo de piedra) y pensaron que era el título. No importa, le pega mucho y sí que hay un círculo de piedra en la historia. Y es muy importante para la historia.

Otra vez la vida en la Tierra cambia de la noche a la mañana. Un funesto día, bueno, mejor una noche, una colección de diablejos come-hombres aparece en todas las poblaciones del planeta con gran cantidad de población. Sólo salen por la noche y al amanecer desaparecen. 

La gente de las grandes ciudades del mundo desarrollado puede hacer su vida porque con refugiarse en su casa por la noche y pintar de rojo los vehículos y las fachadas, los monstruos no les molestan. Al pobre que pillan por las calles se lo zampan, claro. Lo malo ocurre en todos los países subdesarrollados (Torres Quesada denuncia las desigualdades sociales con claridad en este texto), donde la noche es una terrible sangría.

Sólo se vive bien en las granjas con poca densidad de población, que no son visitadas por los bichejos. Al ocurrir en New York tuve dos imágenes en la cabeza mientras leía esta novela. Por un lado, el Omega Man protagonizada por Charlton Heston y basada de lejos en la magistral I Am Legend de Matheson (para mi tan poco acertada como la versión de Will Smith) y en el Maestro de las llaves de los Cazafantasmas (sí, ese bichejo en el que se transforma el personaje de Rick Moranis) aunque Torres Quesada explica en algún momento que son todos bípedos.

Protagoniza la historia un periodista que descubre de forma dramática que hay un humano que puede convivir con los monstruos. Sobre él se cierne la amenaza de la Agencia que trata a nivel mundial la crisis de los demonios. Un tanto burda la presentación de los matones, muy al estilo mafioso. Aún cuando luego puedan ser los que zanjen el problema.

No quiero desvelar mucho de la historia, porque hay sorpresas que funcionan muy bien. Aún así diré que ese humano que sobrevive a los demonios es un vínculo con una entidad - muchos dioses en este volumen de relatos - y que tiene la llave para salvar al mundo. Recuerda mucho a 2001, una odisea del espacio, pero también es muy mesiánica, con un salvador ajusticiado en nombre de la ignorancia (Lo siento, un pequeño spoiler).

LA LUNA QUIETA - Javier Negrete Medina

El relato de Javier Negrete, también en los comienzos de su carrera, es sorprendente y, como dice Barceló en la introducción, es inclasificable. Comienza siendo un híbrido de Los otros (Amenabar) y Alguien voló sobre el nido del cuco, pero eso es sólo al principio. Y uno es ya lector curtido para saber que si el relato merece la pena, un final tan temprano es una artimaña.

Negrete brilla en este fascinante relato. Es cultísimo en todas las insinuaciones. Si todo lo que ha hecho el hombre es nada, vamos a por ello con todo lo mejor que se haya creado nunca. Y las citas van desde un Stravinsky que se cuela en un Debussy a un Saturno devorando a sus hijos. Y los relatos dentro del relato. Un magnífico ejercicio que no cansa. Por seguir con el juego de "me recuerda a" diré que veo en esta novela corta mucho de los cómics para adultos de la anterior década (Totem, Cimoc, 1984, El Cairo...).

Resulta curioso ver como salen una y otra vez en los tres textos los dioses. Sorprende la religión en un premio de Ciencia Ficción convocado por una universidad tan de ciencias.

Una última cosa. Hubo un premio especial por ser miembro de la UPC para Tan solo un error, de Rafael Mallor Plou. Lástima que no fuese incluido en el volumen. Me hubiera gustado leerlo.

En fin, esto es lo que me ha cabido en la entrada, pero mucho se queda en mi cabeza. De verdad, gracias a los autores por haber sabido hacernos partícipes de vuestras fantásticas ideas y por haber luchado por sacarlas a la luz.

Enlace de los Premios UPC.
Listado de todas las obras galardonadas en las diferentes convocatorias en la Wikipedia.