Suerte de tiempo que han tenido los organizadores del Expocómic de este año. No sólo no ha llovido, cosa que no ha parado de hacer en los últimos días, sino que ha hecho un tiempo envidiable para diciembre: diecisiete grados. ¡Calor!
Nueva sede para el Expocómic. Por segunda vez en el Palacio de Cristal del Recinto Ferial. La primera vez emplearon el edificio entero y la verdad es que uno se perdía con tantas cosas separadas. Esta vez han optado por poner todo muy recogidigo. En media planta se pueden ver todos los stands.
Creo que los visitantes hemos ganado en la facilidad de ver cada stand sin tener que hacer "rutas" guiadas. Además, en poco rato te recorrías todos los expositores, con el consiguiente placer de visitar tranquilamente cada mostrador (y con el consiguiente riesgo de picar más y más).
Por otro, el espacio dedicado a exposiciones se ha reducido. La sala de conferencias queda alejada y desangelada, pudiendo estar mucho rato entre stands sin pasar por ella. Antes no quedaba más remedio y terminabas escuchando a los ponentes por casualidad. Y apetecía quedarse. Ahora es casi cuestión de iniciativa y voluntariedad. Como si sólo tuvieses que ir cuando estas verdaderamente cansado y te apetece sentarte. No ayuda a promover la asistencia.
También me ha resultado curioso ver que las firmas no están centralizadas, sino cada una en una caseta. No está mal, al aliviar a los autores sin tener que ver a todos los aficionados juntos. Se les veía muy relajados.
En el stand de Glènat me volví a encontrar con Candela. Allí estaba Purita Campos firmando ejemplares. Y como todos los años, con un buen montón de aficionados reclamando su atención. Bien por ella.
Dándome una vuelta pude ver a Azpiri...
...y a Paco Roca (lo siento, creí que la foto era buena y que estaba bien encuadrada). Como podéis ver, los autores no estaban agobiados y charlaban distendidamente con sus fans, intercambiando opiniones y comentarios. Muy agradable, la verdad.
Bueno volviendo a la Expocómic diré que iba con cierta ilusión, pero con la vida tan ajetreada que tengo últimamente, no me había ni mirado quién iba a firmar ni qué estaba expuesto. Además, el cambio de sede lo acogí con cautela. Ahora puedo decir que con sus desventajas, ha sido un acierto, y estaba más holgado y cómodo. Igual la próxima vez habrá que tratar de hacerlo más compacto e integrado.
De nuevo, pocos niños. Seis en la zona infantil, atendidos por tres o cuatro monitores y otra media docena con sus padres, aficionados a los cómics también. Este mundo de los cómics es un coto cerrado y poco podemos hacer para abrirlo.
Los adolescentes han desaparecido. Espero que el sábado se les vea, porque los más jóvenes del lugar, obviando a los pequeños que he mencionado antes, sobrepasan los veinte años. Menos aficionados al manga que otros años y más chicas de veinte a cuarenta y tantos paseando y redescubriendo cómics de su niñez. Me ha encantado ver cómo se emocionaba una chica ante un álbum de los Gnomos que coleccionó de niña y a un par de amigas emocionadas enseñando a sus parejas los cómics de Heidi y Vicky el Vikingo que también leían de pequeñas.
Un par de octogenarios se desenvolvían sin problemas buscando colecciones completas de Diego Valor. Y mucho chaval que mantiene la luz de este arte.
En casi todos los Stand había alguien firmando. Montones de propuestas, como las de los fancines, que esta vez sí estaban integrados con el resto de puestos. Ya iba siendo hora.
Curioso que no hubiese cafetería y que se prohibiese expresamente consumir alimentos cuando dos stands eran de golosinas (un clásico de la feria) y de chocolates, con torres de chocolate cremoso. Un pelín incongruente.
El surtido de cómics era variado. Las novedades estaban bastante bien, creo que muy interesantes en el campo del cómic independiente y para adultos (no confundir con cómics violentos y sexistas, que era lo que antes era "para adultos") y algo parado en lo referente a los cómics americanos.
Me encantó un stand de Gothan Cómics, de Valencia, con material sólo de importación y en inglés. Como ya sabéis uno es un forofo de los cómics americanos sin traducción. Y este sitio lo tiene todo. Por otro, una tienda con un montón de cómics en francés, italiano, inglés y alemán. Curiosamente, uno de los niños que vi en Expocómic se llevó un álbum de Benoît Brisefer en francés que sus padres le ofrecieron entre otros de Pitufos, Astérix y Tintin. Todos en francés. ¡Bravo por esos padres!
En fin, he de reconocer que he salido muy contento, como siempre, la verdad, de esta cita anual con mi afición predilecta (la música es mi afición, pero no es un hobby, es mi modus vivendi). Si no habéis podido visitar Expocómic, aún tenéis dos días.
En el apartado de compras, pues pocas adquisiciones en formato cómic. Nada encontré de Bruguera que me interesase demasiado o que no tuviese, pero sí piqué en otras cosas. Lo que los aficionados solemos llamar Merchandising.
Un par de camisetas para mis peques, marca Viento. El autor de los dibujos estaba en el stand, firmando.
En el stand de los gallegos de El Baúl de los Recuerdos piqué con gusto. Todos estos muñequitos más el último pack de la serie de televisión de Spirou (el cuarto). Como habreís supuesto, son para los peques de la casa, pero al gusto del padre: un Snorkel, Heidi, ¡Topo Giggio! tres superhéroes, picapiedras y un buen puñado de Astrosniks. ¡Toma ya!
Y por último, para casa, este juego de posavasos sacados de Mong. No estuvo mal mi adquisición. Otro año, más cómics, aunque no creaís que no me regalaron varios: un número de Dibus! otro de Sunday (de Víctor Mora y Víctor de la Fuente) y Geisha de Andi Watson. Muchas lecturas.
Por cierto, genial el posavasos de López Vázquez en la Cabina.
2 comments:
Es verdad, ha hecho muy buen fin de semana en Madrid y eso ha ayudado a aprovechar con más gusto la visita. Pero, sólo una precisión... ¿no es este año el primero que se ha hecho en el Palacio de Cristal? Hasta la edición anterior, era en el Pabellón de Convenciones, estoy seguro. Así lo he visto en otros sitios y lo he indicado yo también en mi propio resumen...
Yo sí que vi variedad de público, algo más que otros años, aunque bueno, eso depende del día supongo, claro. A mi también me gustó ver la reacción de una madre que le decía a su hijo la suerte que había tenido al poder hacerse con un ejemplar, y el crío entusiasmado. :)
¡Ey, yo también me encontré esos Astrosniks y estuve tentado de pillar alguno! jeje
Hace muchos años, en una de las primeras ediciones también se hizo en el Palacio de Cristal. Puede que haga diez años de eso. Estoy cien por cien seguro, porque estuve allí, pero no te puedo precisar la edición.
Pocos padres están metiendo la afición por el Cómic a sus hijos, pero los que haya, bienvenidos sean. Y afortunados sus hijos.
Lo de los AstroSniks fue un flechazo. Tengo algunos, pero estos están a disposición directa de mis hijos. Así no hay que buscar los antiguos. Los compré a euro cada uno. Casi el precio de 1982.
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