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June 23, 2010

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Crónica del concierto de KISS en el Palacio de los Deportes. 22 de junio de 2010.

Por fin llegó el gran día. Todo iba bien (que siempre surgen imprevistos) así que me pertreché para ir al Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid (muchas veces fui de chaval a ver al Estudiantes de Pinone, Winslow y compañía) con una buena merienda cena entre pecho y espalda y perparado para rocanrolear como un poseso.

A las siete y poco me presenté en la puerta de entrada. El revisor tuvo la amabilidad de quitar sólo un piquito de la entrada, por lo que pude conservarla casi intacta para el recuerdo. Me trataron de usted muchas más veces que me tutearon, por lo que tengo la sensación que para los más jóvenes ya estoy siendo un "abuelete". En fin.

Estaba alerta para ver qué podía encontrar por allí. No sólo cosas que comprar, sino dónde comprar bebida (agua, no os creáis, y me quitaban el tapón, yo qué sé para qué), dónde estaban los baños y, lo más importante, por dónde había entrado.

Porque allí estaban los dos stands con cositas que compar. En uno, las típicas camisetas, junto con el Tour Book y cosas chulas como púas y baquetas firmadas y una correa para guitarra muy maja. El otro stand tenía un curioso producto que tal como lo ví lo adquirí. Es una memoria USB con la grabación del concierto en un estuchito majo. Todo por veinticinco euros.

Entré en la pista (porque mi entrada es de esas, que es donde se ve mejor a los músicos y te puedes mover si quieres hacia el escenario) y allí estaban esas pantallas gigantes que anunciaban con su logo de KISS el inminente concierto. 

Había gradas instaladas en la parte opuesta al escenario, pero en pista, por lo que el Palacio iba a ser ocupado en su totalidad. Leí en el blog de Kiss Army Spain que se iba a reducir parte del escenario para meter otras cuatrocientas localidades. Aunque me trajo sentimientos encontrados saber que iban a reducir el escenario (y con ello las posibilidades de hacer más espectáculo) me alegré por los cuatrocientos que han podido ver el concierto con nosotros.

Quincemil personas, eso dice el lleno de ayer. No está nada mal, ¿no os parece?

La pista era cómoda y aún no había llegado ni un tercio de la gente cuando con puntualidad envidiable, a las siete y media salió al escenario el grupo telonero Imperial State Electric. Tocaron de maravilla. 

Este grupo sueco (por cierto, vi a un chico con una camiseta que promovía el rock sueco) rockea como nadie. Una delicia al ver que en los cuarenta minutos de su show pasaron del rock marchoso a la marcha pura y dura. Con un par de artistas invitados, nos metieron el rock entre pecho y espalda, preparándonos para Kiss. Sonaban a todo un poco. La primera canción incluso me recordó al Alice Cooper de primeros setenta, cosa que me encanta. Estaba claro que sus influencias son también las mías.

Después, un caminito al bar a comprar más agua y al baño, por si las moscas. Lo único que no me gustó mucho es que cada vez que me sentaba en unas escaleras, me echaban los de seguridad. Yo entiendo que no hay que obstruir las salidas, pero sólo estaba yo. Al final encontré unos peldaños sin vigilar y esperé con el móvil en ristre a que pasara un poco de rato.

El Wifi del palacio, el que está abierto al público, deja mucho que desear, por lo que no pude conectarme para twittear. Pero daba igual.

A las ocho y media aparecí en medio de la pista. Aquello había cambiado mucho. Estaba llenándose por momentos. Vi la mayor concentración de camisetas negras con dibujos de Kiss que había visto nunca. Algún despistado iba con su camiseta de Star Wars, pero no pasa nada. Estos hobbies van todos unidos.

Me llamó la atención ver la cantidad de familias que había. No es estraño, ya que los Kiss llevan en esto casi cuarenta años y muchos padres pueden haber sido los que hayan introducido a sus hijos en esta afición tan entretenida. Vi una familia con todos pintados de cada uno de los miembros de Kiss. Y vi a un chaval de no más de doce años, en hombros de su padre, preparado para disfrutar como loco de la banda.

Como la edad de los oyentes era muy variopinta, no me atrevo a dar un promedio. Había mucho de todo. Y el ambiente entre los que estábamos en la pista era tremendamente respetuoso. Ni un solo empujon me dieron en todo el concierto. Y mira que saltamos todos.

Se apagan las luces y tras unos anuncios que pedían no fumar, (a ver cuando la gente se va quitando ese vicio tonto) silvados por muchos, vemos en las pantallas un Google Earth que nos lleva directamente al Palacio de los Deportes, seguido de los Kiss tipo Godzilla, tal y como se pueden ver en el video de Modern Day Delilah. Luego una cámara nos muestra a los Kiss en el backstage - delirio entre el público - y cae la enorme cortina con el logo de la banda para atronarnos con el consabido You Want the Best, You've got the best... the hottest band in the world... KISS! - delirio supremo entre el público - .

Abren con Modern Day Delilah, con un público entregado y dispuesto a escuchar todo lo que les echen y más. Paul Stanley actua de anfitrión con mucho desparpajo y siendo muy conciso para ir directamente a la música tras una breve presentación. Incluso se marcó un par de intervenciones en castellano muy agradecidas por todos. En una ocasión aparece con una bandera en la que se podía leer KISS 4EVER y los fuegos del escenario se pusieron de color rojo y amarillo. Otra cosa fueron los oé-oé-oé futboleros, que no me gustan por toscos y bastos para un espectáculo musical. En fin, con tanto futbolero es difícil librarse de ellos.

No conté todas las canciones (grabe en video el concierto. Enterito, pero se ve de pena y sólo he podido rescatar los dos videos que tenéis abajo) pero por la cuenta me salen que más de veinte, incluso casi treinta. Y es que tocaron ininterrumpidamente (bueno con el clásico "que me voy, que vengo" al final para tocar los bises) durante DOS HORAS Y CUARTO. Y no decayó la marcha. A mí se me hicieron tremendamente cortas.

Muchos clásicos de los setenta fueron interpretatos y coreados, pero también de los ochenta, demostrando que para los fans esos Kiss del Hair Metal fueron tan grandes como los del maquillaje. El público se sabía todas las canciones, aunque por lo que pude comprobar, la mayor parte en "guachi-guachi", es decir; que ni idea de lo que se cantaba pero sonaba parecido y hacía bonito.

Hubo muchos momentos para el lucimiento de toda la banda. Como es lógico, Simmons y Stanley se llevaron la palma en esto, pero también Singer y Thayer. Este último cantó Shock Me (un clásico de Love Gun que en su momento cantaba Frehley) para llegar a un solo al estilo que nos tenía acostumbrado el propio Frehley. Y es que Thayer es mucho Thayer. Lo chulo fue que se juntó Singer con su bateria, dando patrones fantásticos para hacernos bailar a todos. La guitarra voló por los aires, hubo solo de Singer y al final una pelea para ver quién es más bestia. Primero Thayer disparó a diestro y siniestro desde su guitarra todo tipo de tracas pirotécnicas, pero le ganó Singer con un bazoca que se cargó (de mentirijillas) parte de la tramoya. 


Simmons escupió fuego y sangre (gozoso verlo hacer en directo y tan cerquita) para luego salir catapultado con su arnés a la parte superior del juego de luces (decenas de metros arriba) y cantarnos desde esa atalaya el I Love It Loud. 


Stanley voló por encima de mi cabeza hasta un mini escenario que tenía  a unos metros de mí. Allí se marcó un I Was Made For Loving You inolvidable (aunque él no se oía, tal y como indicaba a sus técnicos con repetidos gestos).


Tocaron todo tipo de clásicos de la banda, desde cosas del principio como Deuce o Strutter a piezas del nuevo disco. Y es que Sonic Boom está muy bien. Con la perspectiva del tiempo será considerado como un disco clásico, ya lo veréis. Los Kiss lo promocionaron, e hicieron bien. Es un gran disco.


En medio de este festín musical estaba yo, con mi móvil grabándolo todo y dando todos los botes que podía. Cantaba como todos los que estaban a mi alrededor y disfrutaba como un loco de lo fantásticos que pueden llegar a ser los Kiss.


Las voces estaban muy bien. Después de tantas horas de gira no se notó nada. En la versión en mp3 noté cosillas, pero nada de importancia (no como Hetfield en el Rock in Rio, que debía estar con problemas de garganta). Y es que Kiss son mucho. Además, por curiosidad, nos regalaron una versión del Whole Lotta Love de Led Zeppelin.


A la salida recogí mi "pincho" con las primeras once canciones (aún me maravillo de cómo han conseguido hacer tantas copias en tan poco tiempo). Y también compré una camiseta de la gira (la del avión rompiendo la barrera del sonido con ellos en la foto promocional del Sonic Boom Over Europe). En la calle miles de rockeros y rockeras con más camisetas negras, jeje.


En un momento dado del concierto, cuando presentaban Detroit Rock City, Stanley nos hizo gritar de lo lindo para ver nuestras fuerzas. Y luego dijo que Madrid era también una Rock City. Más quisiera yo. Pero viendo a la gente ilusionada que salía del concierto, no cabe duda de que aún hay esperanza. Pero vi a unos niños pijines de botellón allí en la misma plaza y me parece a mí que no.


A la salida recogí mi pendrive con once canciones. Me maravilla el producto que ofrece SimfyLive, que en sólo una hora pudieran grabar y llenar tantos "pinchos". En fin, a la hora de publicación de esta entrada aún no estaba el final del concierto en la red, pero sí el último en Arnhem, hace cuatro días. Habrá que esperar. Y también la camiseta oficial del concierto. ¡Toma delirio consumista!


Bueno, esta ha sido mi crónica del concierto. Espero haberla hecho bien, porque entre lo tarde que llegué a casa y que el peque ha tocado diana a las cinco y media (es la segunda vez en todo el tiempo que nos lo hace, pero hay que decir que hoy ha sido muy "opurtuno") escribir esta mañana está siendo complicadillo. Me habré dejado muchas cosas en el tintero, pero ya me ha salido el artículo largo. Y como Kiss están en España unos días, voy a seguir con la crónica y con los videos (que ya hay unos cuantos colgados por la red) para que los podáis disfrutar.

Ayer fue para mí noche de reyes. Y es que los Kiss no serán magos, pero saben hacer magia como nadie. De verdad que me sentí como cuando era canijillo y me levantaba para ir a ver los juguetes. 

Un concierto emocionante e inolvidable. 
Ahora me tendréis que disculpar por los videos que os propongo ver, pero es que no pude hacer las cosas mejor con la cámara del móvil. Creo que al menos atestiguan lo bien que nos lo pasamos allí esta última noche y ver cómo Stanley está en forma, aún camino de los sesenta años. Vamos, eso no lo hago yo ni con un año de gimnasio.


Que los disfrutéis.

KISS I Was Made For Loving You LIVE Palacio de los Deportes MADRID June 22 2010

Paul Stanley takes over Madrid sky!!

Sorry about the sound and the image, but I think it is cool as a document.


Enjoy!

KISS Beth LIVE Palacio de los Deportes MADRID June 22 2010 

The band and the audience sings with Eric this classic Kiss song.

The sound is crude and raw but consider it a document.

Enjoy!

[via ValentinVN1

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