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November 29, 2008

22

Expocómic 2008. Una visita de un aficionado cualquiera.

Un año más y un Expocómic más. Me pertreché con una novela (Children of Dune, la tercera de la saga, que la tenía abandonada. Leer de nuevo sobre esos personajes es como reencontrarse con unos viejos conocidos) y al metro que me fui. La entrada al recinto ferial desde el año pasado es estupenda. Recuerdo cuando había que sortear las obras y subir por un puente que estaba a cientos de metros de la entrada principal. Seguro que hacíamos un kilómetro a lo tonto.

La repetición de la sede es un acierto. Tener todo en el mismo sitio genera hábito y el hábito es lo que necesita el aficionado y no tan aficionado para acostumbrarse a hacer una vez al año la romería hasta Expocómic.

Allí que llegué ayer por la tarde y compré mi entrada (cinco euros). Con ella me dieron un Dibus!, el 99, que tenía un reloj de la última película de Indiana Jones. Me hizo ilusión, pero es un poco regalo envenenado; ¿dónde diantres lo ponemos? Otro trasto a guardar hasta que crezca el peque y lo quiera poner en la habitación.

Una vez dentro, como ya me conozco la cosa (es que no me he perdido ni uno y van once) me doy el típico paseo sin comprar, para ver cómo está la cosa. Y la cosa no se si va, pero si va, va poco. Veo que, como siempre, no están todas las grandes tiendas de Madrid. Es algo que se me ha explicado varias veces, pero nunca termino por entenderlo. Quizá es que soy un poco idealista y espero que en esto estemos todos a una, que es una afición fuerte y no una colección de fikis y de tiendas interesadas. En fin. No pinto nada en este debate, así que lo dejo ahí. Sólo sé que los que no están no se les nota por los muchos que sí están. Allá ellos.

Recorro los pasillos sin mucha emoción. Es viernes y estoy cansado de la semana y del poco dormir (el nene, ya sabéis). Aún así es mi día. Es algo que estaba deseando hacer desde que el año pasado vine. Y es que sólo se vive en Madrid algo así una vez por ejercicio (el del manga me dice menos y suele tener sólo productos orientales que me atraen menos, salvo cosas como Lobo Solitario o Dragon Ball).

Están dando una conferencia que no llego a enterarme de lo que es, porque cuando me pongo a escucharles están despidiéndose. Cosas del directo.

Como las exposiciones me parecían interesantes, decido verlas tranquilamente sin necesidad de ir comprar nada antes. Me encantó la de Miriam Katín. No conocía su obra, pero ahora tengo claro que he de hacerme con un ejemplar del libro. Una delicia. La exposición del Santo me saca una sonrisa. Tiene pinta de que me pueden gustar las películas (la serie B es una de mis muchas debilidades). Luego un montón de carteles de Spirit y unos pocos originales. Los carteles podrían colgar de cualquier salón, pero los originales me hacen detener el paso y mirarlos con detenimiento. Eisner tenía un trabajo a lápiz de impresión. Su precisión es pasmosa. Parece una página publicada.

Después la exposición de Chaykin. Como siempre, emociones enfrentadas. Veo cosas que me gustan una barbaridad y otras que no entiendo y que considero poco inspiradas. Por último la exposición de Kenny Ruíz. Un trabajo muy bueno, muy moderno, pero que desconozco. Habrá que prestarle más atención.

Ya con el deber cumplido y con las cosas claras de lo que quiero mirar en los stands me dirijo a las tiendas donde puedo comprar cómic de segunda mano y viejo. Adquiero un tomo antiguo de la Fotonovela que sacaron de Tintín y el Toisón de Oro. Una rareza que posiblemente su valor no lo encontréis o compartáis conmigo, pero que me hace mucha ilusión. Se me ponen los dientes largos con un cómic de Alfons Figeras, pero que resulta muy caro y que no dispongo de dinero para adquirir. En otro momento será.

También encuentro números del Pulgarcito de Jan, pero no recuerdo los números que me faltan (dos, creo), así que me quedo con la dirección de la tienda para visitarles en otra ocasión. Los Mazinger Z de Sanchís no existen y los especiales de Pumby están por las nubes. Sólo me animo con unos viejos cómics de Marvel (¿os acordáis de la “Fuga de Logan”?). Poco botín y muchos dientes largos. Como siempre.

No sé si es el cansancio de la semana o un estado de ánimo bajillo, pero no siento la expo como otros años. Tengo una extraña sensación. Por un lado, echo de menos más disfraces. Otros años ya se nos notaba desde la parada de metro. Este año apenas unos diez muchachos iban con disfraces (el Rorschach es lo mejor, que me disculpen los chicos y chicas del Cosplay).

Por otro lado, será que me hago mayor, pero creo que la fiesta la lleva cada uno por su lado. Hace una década, lo que había eran “tribus”. Los del americano, los del manga, los del número atrasado de Bruguera. Pero todos íbamos sin recelos. Ahora es cómo si los más mayores tuviésemos poco que mirar en las novedades y los chavales desconociesen todo lo publicado antes de 1990. No sé porqué, pero no leemos lo mismo. A mí me gustaba lo que se publicó en los cuarenta y cincuenta. Puede que porque en los setenta aún se publicaban reediciones de ese material y no eran tan trasnochados. Los muchachos de ahora tienen a Dragon Ball en el mismo sitio que nosotros a Mazinger Z y al Manga en el de nuestra añorada Bruguera. Y no les interesa mirar más allá. Yo reconozco que no dejo de mirar nunca la sección de Manga de las tiendas de Cómic. Siempre hay algo (Pelea de Gallos fue mi última adquisición y cuando pueda compraré Tekkon Kinkreet, que me gustó mucho la película).

Pero lo más grave es el asunto de los niños. Debería preocuparnos y mucho. En el instituto no hay ni un solo aficionado a los cómics. Ni uno. En otros institutos había alguno, pero poquísimos. Este año, nada. Y lo pude comprobar con la salita habilitada para los niños. Allí estaban las chicas que se iban a encargar de monitorizar las actividades más solas que la una. Pocos niños, todos con sus padres y comprando más muñecajos que cómics (algún Mortadelo, que no está todo perdido) y una nenita de meses en la mochilita para bebés. Como esto siga así, desaparece la afición real, la del lector y se quedará la del coleccionista. Ni siquiera el friki va a ser aficionado a los cómics.

Bueno mucho digo y poca solución doy. No se me ocurre mucho. Si no interesa ni gusta, va a ser difícil cambiar la tendencia. Los cómics eran fácilmente asequibles cuando era niño. Ahora no están en los kioscos, sólo en tiendas especializadas. Y los cómics no los regalan que digamos. Haber convertido una afición para todas las edades en una carrera de obstáculos para el neófito puede costarnos caro.

Termino ya, que empiezo a desvariar con más ganas de volver, pero otro año, que este ya no va a poder ser. Los que no hayáis ido aún, no me hagáis mucho caso con mi desánimo. Forma parte de la suma de jornadas de trabajo y del poco dormir. Expocómic es algo que todo buen aficionado no puede perderse. No hay mucha excusa, son cuatro días, por lo que en algún momento se puede ir.

22 comments:

Kaximpo said...

Uf... ¡qué pesismismo! Pero te comprendo, niños, pocos había. Los padres esperan que sea un rastro de cómics viejos baratos y lo que encuentran son tebeos antiguos que valen una pasta como para comprárselo a los niños. ¡Y eso después de pagar los 5€ de la entrada! No creo que estos salones estén pensados para los chavales...

Al final estuve ayer Viernes por la tarde. Vi el álbum que dices de Figueras :D y sí, me pareció muy caro. Salvo excepciones todo me pareció carísimo. Comprendo que los puestos tienen que amortizar lo que les ha costado la plaza pero dejé bastantes cosas por comprar porque el precio me parecía excesivo.

Mi sensación es también un poco pesimista pero distinta a la tuya. Siempre los mismos puestos, con los mismos vendedores, con (casi) el mismo material.

Normalmente no compro cosas nuevas en estos sitios, eso ya lo hago habitualmente en las tiendas, pero me llevé el tomo 8 de Bone que en el stand de la editorial ya tenía el lomo corregido (salió con el título de una entrega anterior), lo cual no me parece bien pues por otras puestos aún tenían el del lomo erróneo, supongo que debido a que aún no los han distribuido para sustituirlos.

Así que compré algún álbum de Yoko Tsuno, alguna cosilla de Jan que sí creo que estaba a un precio correcto, algún fanzine y algunas revistas de Bruguera y de B de las que me faltan números.

Valentín VN said...

Jo, es verdad. Me salió pesimista la entrada. Pero creo que tienes razón en eso de que es un salón poco pensado en los niños. Está hecho para los aficionados, que somos los que tenemos interés y no nos preocupa el precio de la entrada porque vamos a lo que vamos.
Lo de que no se compre novedades, argumento que algún amigo me esgrime como excusa para no ir, lo entiendo, pero es probablemente la razón que evita que las tiendas que no basan su venta en el catálogo de atrasados (entiéndase como cómics de hace más de un lustro), prescindan de tener un stand allí.
Es cierto que la cosa se repite mucho, pero no importa, es lo que hay.
Mi mujer, que no tiene el mismo gusto que yo por los cómics, piensa que es un rollo patatero (...recordemos esa etiqueta de los tiempos del blog musical...) y hablándolo esta mañana con ella, creo que para el no aficionado falta más espectáculo, más imaginación, más cosas llamativas, en definitiva: más ganas de convencerle de lo valioso del medio.
Lo que me comentas que compraste ya lo tenía yo, porque tengo esa rara enfermedad que me impide comprar traducciones. Veo que cojeas del mismo pie que yo. Te gusta Bone (bien, claro está), pero también Yoko Tsuno (¡Muy bien!, ya leí tu página). También tengo la colección, pero en francés, cosa que no tiene mérito, ya que no es más que pedirla en Amazon y dejarse de rollos. Aquí ha sido caótica en su publicación. Una situación que comparte con muchas obras traducidas en este país. En fin.
Eché de menos el stand de la librería mexicana. Igual se me pasó.
Por cierto, ¿a que era caro el álbum de Figueras? Aún le doy vueltas a por qué no lo compré, porque ya sabes lo mucho que me gusta ese autor. Pero espero encontrarlo en otra ocasión, o que alguien lo reedite, que se lo merece.

Kaximpo said...

Quizá en el de Barcelona intentan atraer más a gente ajena al "mundillo" con exposiciones como la de 300 o la del Laberinto del Fauno.

Me resulta más cómodo leer en español pero es verdad que a veces en las traducciones hay cosas "que te suenan raro". Si compro tebeos en francés es más porque no se han traducido, se hizo hace mucho tiempo o de manera desordenada. En el colegio no pasé de "mademoiselle"...

Lo de Figueras me pareció caro porque tampoco me gusta tanto Figueras. Pero el álbum estaba en buen estado. O eso aparentaba por fuera. Probablemente si se tratara de un caso equivalente con algo de Jan lo habría comprado sin dudar.

Valentín VN said...

Cuando ves las fotos de los niños en los talleres del de Barcelona, te das cuenta de que está más enfocado a crear nuevos aficionados que a contentar a los ya convencidos.

No puedo con las traducciones, por el texto y por la edición. Llevo muchísimos años que no paso por las traducciones más que de algún manga (no pienso añadir más idiomas -japonés y otros - a los que tengo a medias, que si sigo así, no termino con ninguno).
Con respecto a lo de Jan, vi algún Pulgarcito algo carillo, pero no recordaba el número que me falta y no lo compré. Cosas que pasan.

Morkai said...

Yo he estado hoy Sábado.
Hombre... es lo mismo de siempre, pero yo siempro iré porque me molan este tipo de eventos, aunque casi siempre suelo salir con poco material porque los comics que a mí más me gustan rara vez se ven y cuando los ves están por las nubes. Aún así he comprado un Dossier Negro que me faltaba y un Vampus. Menos mal que ese tipo de comics no tienen mucho éxito allí y no tengo muchos competidores.
También me he comprado una figura de "El Golem" 13 euritos nada más.
Lo malo es que lo que más abunda en estos salones es el Manga y la gente a lo que más importancia da es al manga y a los personajes de Videojuegos a la hora de disfrazarse. Los disfraces molan y tal, pero no suelen ser personajes que me sorprendan. Podría alguien disfrazarse alguna vez de un personaje de Manga que realmente me mole de verdad??? Alguno de Comando G, Vampire Hunter D, Ulises 31 (Bueno, esto era medio Japones medio francés, pero lo meto en la saca jeje).
En mi opinión el Manga está demasiado de moda y los comics que más me atraen parece que sólo se pueden conseguir en otro tipo de ferias o eventos, o por internet.
Hacen falta más: Espectros, Rufus, Vampus, Copito, Pulgarcito... etc.

Valentín VN said...

Yo, si no hay problemas y la salud acompaña, no dejaré de ir nunca. Incluso me planteo ser de la Asociación, pero más adelante, cuando tenga algo que aportar y no tenga tanto lío por casa.
Lo de los disfraces tiene solución, amigo Morkai: ¡disfracémonos todos! Dejemos a un lado los complejos y pasémoslo bien. No te puedes hacer idea del miedo que dan mis disfraces de Halloween y cómo chillan los niños cuando vienen a pedir caramelos a nuestra puerta. Y dí una clase enterita el año pasado en carnaval con una máscara estupenda. Nunca había escuchado tanto silencio en un aula de segundo de la ESO. ¡Lo que me pude reir!
Con respecto a los cómics que mencionas, la verdad es que no tienen mucha cabida en el mercado actual. Tenemos que asumirlo. A nosotros nos gustan, pero a los aficionados medios no.
Y el manga ha servido para atraer a muchas personas al mundo del cómic. Pocos han salido de ahí, pero por esos pocos ha merecido la pena. Además, hay muchas cosas muy buenas. Te recomiendo que visites alguna tienda de cómics y preguntes por los mangas de miedo. Son muy cañeros y algunos merecen la pena de verdad.

Fauve, la petite sauvage said...

Tienes que venir al de Coruña en Agosto y explicarme la diferencia entre cómics y tebeos, y a ver si me animo a visitar de una santa vez el Salón.
¡Un beso!

Valentín VN said...

No sé si la economía (o el niño) va a estar tan bien este año como para ir muy lejos (además, estuvimos hace relativamete poco), pero sería un placer.
Lo de definir el medio como cómic o tebeo va a estar difícil. Mira que se le ha dado vueltas, pero no tiene solución. Chespiro propone el término historieta para los cómics tipo Bruguera, pero yo me animaría y lo aplicaría a todo. No sé que será, pero es el término que más me gusta.
Por cierto, visita aunque sea por curiosidad el Salón de A Coruña y ya nos contarás. No tiene por qué ser tan divertido como otras actividades que se pueden hacer en tu ciudad en verano, pero algo tiene de entrañable y nostálgico.

Fauve, la petite sauvage said...

Bueno, ya todas las calles del centro tienen su figura de papel couché a tamaño gigantesco en el suelo o en lo alto de un edificio... Esos sí los veo :P

Yo suelo llamar (inconscientemente, lo juro) tebeos a los de antes (que aún ahora me gustan) y cómics a los de ahora, entendiendo por ahora un lapso muy grande de tiempo que no sé cuándo comenzó, seguramente vosotros sí, y que no me suelen gustar, pero supongo que es también porque los he probado poco, ya que, por ejemplo, Persépolis me fascinó y emocionó y encantó y chifló y se lo recomiendo a todo el mundo.

Y los cuartos para el viaje... se sacan de la hucha del niño,,,ajajaj, es bromaaaa, pero es cuestión de ajustar cuentas y establecer prioridades, el caso es tener ganas. Que de aquí a Agosto aún quedan ocho meses...
(¡Pues sí que hago yo bien las cuentas! pero es para ver si cuela).
Y sí, no es como el de Barcelona pero seguro que tiene otras peculiaridades, ¿lo conocéis alguno/a?

Palabro de verificaciona: peces. ¡Nunca me habí pasado algo así! A lo mejor es por estar hablando de Coruña y la maquinita se ha acordado de la Casa de los Idem...

Valentín VN said...

Persépolis no es única. Hay muchas otras obras que emocionan sin tener que ser aficionado al medio. Me viene a la cabeza Blankets, Maus, las otras obras de Satrapi, los cómics de Kochalka, los de Joe Sacco, los de Eisner, los de Frank Miller, los de...
Lo que dices de la palabra de verificación me había pasado (alguna cosa con sentido a medias), pero no tan gracioso. Cosas del azar.

Fauve, la petite sauvage said...

Bueno, no me he expresado bien, no quiero decir que me gusten los comics que emocionen (aunque Persépolis me gustó en muchos sentidos y ese es uno de ellos) sino que no sé por qué no me siento atraida hacia el cómic en general (pero sí hacia los tebeos, y no me preguntes dónde veo yo la diferencia porque no sé explicarlo) y que hay excepciones -que quizás confirmen la regla- como esa maravilla.
Miraré algo de los que mencionas, aunque alguno ya lo conozco (de vistazos) y nada, que no me atraen, pero quizás es cuestión de meterse más y conocerlos bien, o quizás es que para gustos se pintan colores, ¡yo qué sé!
Pero algo tienen cuando me da pena que no me gusten...
Besos azarosos (del azar ;-) )

Valentín VN said...

No hay problema Fauve. Sólo que a los que nos gustan los cómics, nos gustan mucho. Y no todos, que como tú dices para gustos, los colores.
Nunca te veas obligada a leer cómics porque parece apropiado. Léelos si te apetece. Hay tantas cosas que hacer en la vida que por una menos no se nota.
Ahora, si me los quitan a mi, me hacen cisco.

Morkai said...

Bueno, en realidad a mí el Anime por ejemplo me encanta, tengo toneladas de series antiguas y nuevas. En el Manga como comic no estoy puesto sólo por no gastar más, demasiados vicios y poca pasta, pero tengo los tomos de La Sonrisa del vampiro, y me gustan!!! he leído alguna cosilla más de manga de Terror y está bien, aunque dónde esten los Monstruos de los comics que nos molan... jejeje. Pero vamos... el Manga mola, de hecho siempre voy al Expomanga también :)

Valentín VN said...

Yo soy de la vieja escuela y me gusta más el estilo europeo o americano que el japonés. Incluso con el manga me pasa lo mismo. Me gusta más un Tezuka o un Koike (este último, guionista) que los de ahora, que me parece que pierden el tiempo con páginas poco informativas. Cuestión de gustos.
El aspecto económico y el del espacio, no lo olvidemos, también es importante.

Fauve, la petite sauvage said...

¡No me siento obligada! Cuando era pequeña no me gustaban los espárragos nada de nada, pero me parecían tan tiernos y apetecibles que deseaba que me gustasen, y no había forma... Ahora me chiflan.

Debe de ser algo parecido. Por ahora voy a leerme la historia de A Coruña (que celebra sus 800 años) cuando terminen de entregar los capítulos del cómic en que la han mostrado en un periódico, del primer número sólo vi una página pero me hizo gracia ver a Maria Pita, de armas tomar, partiéndole la cabeza a un cerdo diciendo que se sabía cuidar bien ella solita, y espero las siguientes viñetas en las que luche contra las tropas inglesas defendiendo la ciudad...

Los japoneses no los he leído jamás, pero la estética manga me gusta, aunque a lo mejor es anime o yo qué sé, no sé ni terminología siquiera, a ver si me pongo.

Debe de ser que soy de la generación de Heidi, primera hornada, y hata me gusta Sin Chan... ;-)

Saludos y perdonad mis tonterías.

Valentín VN said...

No mujer, lo de obligada o no lo decía porque de verdad que no pasa nada porque no te gusten los cómics. Yo nunca he entendido el fútbol y no por ello me siento mal. Sólo que no le veo la gracia. Ya sé que me pierdo mucho, pero tengo otras cosas. Y sé que tienes tu también mucho y muy bueno con lo que disfrutar de la vida, como se puede leer en tu blog.
Los cómics de Galicia son siempre muy interesantes, pero con mala distribución, obviando a Miguelanxo Prado. Yo tengo una serie muy graciosa, Os Barbanzons, que comentaré pronto en este blog.
Comparto lo que dices del manga y de cómo nos gusta más otro estilo del cómic japones que no es precisamente el que está ahora de moda entre los lectores. Aún así, me sorprenderá siempre cómo llama la atención este tipo de cómic al público femenino. Sé que el cómic americano de superhéroes adolece de un machismo tontorrón, pero no entiendo que no pueda ser tan atractivo para la lectora femenina como el manga, al ser casi tan violento en algunos casos como su equivalente anglosajón.
Por cierto, ¡yo soy fan de Sin Chan! Me gusta más que los Simpson, y eso es mucho decir. Me parto de risa (y no sólo con eso de ¡trooompa!). Me siento identificado con sus padres. Espero no ser tan torpe como el padre con mi hijo. Pero me río mucho. Pienso que no puedo evitar estar ya en otra generación, je je.

Fauve, la petite sauvage said...

A mí además de Sin Chan y los Simpson me gusta mucho Padre de Familia; y de otra generación, nada, que se supone que son para adultos...

Valentín VN said...

Bueno, bueno. Poquito a poquito parece que eres aficionada a unas cuantas series. No está mal.
Un saludo.

Fauve, la petite sauvage said...

Bueno, sí, ajaajajj, pero desordenadamente; y también estoy enganchada a SLQH, pero soy más de documentales (y al que le suene pedante es que no ve documentales XD).

¡Saludos!

Valentín VN said...

¿SLQH? ¿Mande?
¿Lo de los de la sexta?

Fauve, la petite sauvage said...

¡Claro! "Sé lo que hicisteis". También me gusta mucho Usun Yun, la utrerana del programa de Wyoming; ¿marca eso alguna tendencia al manga o a los cómics? Para mí que sí, tanto unos como otros; soy una fan de "Me llamo Angerl"... (y también me gustaba "Me llaman Earl", por cierto).

Valentín VN said...

¡Jodo! Lo que alucino es haber acertado sólo con las siglas. No puedo decir que lo haya seguido, pero sí que me sonaba y alguna vez haber visto que lo emitían. Lo demás me resulta completamente desconocido, pero es que no veo mucha tele. Prefiero viciarme con Internet, que es más de mi estilo.
Un saludo, Fauve.

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