Historias Asombrosas, volumen dos.

Ya sé que este número es de junio, pero cayó en mis manos hace una semana y lo he leído con interés. Me parece estupendo que los gallegos de Scifiworld se tomen la molestia de ofrecernos una compilación tan interesante de historias y además a este precio (tres euros). Cuando cogí el ejemplar para hojearlo ví que había una historia de Domingo Santos y, justo a continuación, una de Laura Gallego. Esto merecía una lectura pormenorizada.

Así que aquí va el comentario, con un poquito de spoiler (cuidado), a este número de Historias Asombrosas. Voy a dejar el prólogo y el ensayo para el final para poder atender a los relatos cortos por orden.

Elia Barceló EL MONSTRUO DEL ALTILLO.
Es un cuento de miedo tradicional con un monstruo en el armario (en este caso en el altillo) en el que la autora mezcla la clásica aparición del bicho con el tema del abuso de menores. Creo que no es un mal relato, pero le falta fuerza y sobretodo novedad. El final se hace farragoso a propósito, para conseguir esa sensación de confusión en el lector tan usada en las películas de terror. Mostrar poco para hacer volar la imaginación.

Santiago Eximeno UMBRÍA.
Uno de los tres relatos que resaltaría de esta antología. Volvemos al escenario del monstruo en el armario, pero esta vez mezclando la realidad terrible de un niño y su madre maltratadota con el mundo de Umbría, maravillosamente relatado y peligrosamente absorbente. Absolutamente genial la forma de rematar que tiene Eximeno al personaje sin nombre, al que conoceremos como Rampante. El ambiente me recuerda a un círculo del infierno de Dante mezclado con un mundo psicodélico de los Schuitten. Tremendo el final y logrado en su sensación de desasosiego. Posiblemente peque mucho de ser un relato difícil para el lector esporádico o excesivamente realista, pero no importa. Está llevado fantásticamente bien.

Domingo Santos EL DESPERTAR DE CTHULHU.
Bueno, aquí estamos. La razón de mi interés por la revista de Scifiworld no me defraudo. Hay muchas maneras de introducirse en los mundos de Lovecraft, y esta es la que voy a apropiarme como mía. Si alguna vez tengo que recomendar la lectura de la obra de Lovecraft, empezaré por animar a la lectura de este relato, que incluye todas las claves para entender el terror cósmico de este autor, pero sin tener que sufrir la prosa farragosa con la que escribía. La aventura está tan bien llevada y con tanta soltura, que no se hace complicada seguirla entre tanto dato sacado del universo lovecraftiano. Es más, la terminología está simplificada y aclarada, de tal manera que visitamos ese monumento a la imaginación que es el mito de Cthulhu sin despeninarnos. Una vez más, un hurra por Domingo Santos.

Laura Gallego TIEMPO, CALMA Y SILENCIO.
Pues si buenos eran los relatos de los anteriores escritores, Laura Gallego escribe el que es, en mi opinión, el mejor de todos los publicados en esta antología. Conocía a la escritora por su Memorias de Idhum, que sin emocionarme, consiguió llevarme hasta el final con interés y por los libros suyos que leen mis alumnos en la clase de lengua, con tanta pasión como sólo recuerdo con los libros de Harry Potter.
Tengo la impresión de que este es un relato de hace algún tiempo y debo decir que está llevado de una manera tan magistral, que hay que leerlo del tirón. Me ha encantado la fuerza de la trama y lo sorprendente del final. ¡Vaya final! No sé si Laura Gallego ha leído a The Swamp Thing, o que venga de la mitología, del mito de la ninfa Dafne, pero esa maravilla de final sólo puede venir de los mejores y ella debe estar en esa lista. Soberbio.

Pilar Pedraza LOS OJOS AZULES.
Con este relato y el siguiente entramos en la sección de la revista que nos lleva a un punto que me hace rememorar películas como Angel Heart. Pilar Pedraza emplea a una protagonista que se enfrenta a la propia muerte en sueños y lo hace con tanta frivolidad como parece afrontar su vida. No está mal, pero no me dejó mucho poso.

José Miguel Vilar Bou EL AMO INVISIBLE.
Y en este relato, la búsqueda que debería empezar por uno mismo, termina en uno mismo. No está mal, como el anterior, pero no sorprende y te pierdes en este infierno tan bien pensado, pero tan poco aprovechado. Aún así, Vilar Bou es uno de esos autores que hay que ir siguiendo de cerca, porque pronto serán muy importantes.

Rampsey Campbell JUSTO DETRÁS DE TI.
Afortunadamente sólo hay un relato de un autor foráneo. Creo que es una traducción, aunque no se hace mención al traductor o traductora. En cualquier caso, es de agradecer que se hayan conservado las comillas para el diálogo, omitiendo el guión y que algunos giros sean tan cercanos. La verdad es que me salen ampollas cada vez que leo cosas traducidas y suelo hacerlo sólo por necesidad, pero había que hacerlo para completar la visión global de esta publicación.
Y tengo que decir que no me ha convencido nada esta historia de Campbell. Creo que es pobre si valoramos la meta a la que el escritor nos quiere llevar y sobra una vez llegamos allí tanta presentación del personaje principal, al no aportar nada a ese final de miedo.

El prólogo de David Mateo.
Como prometí al comienzo, el prólogo para el final. Me sorprende que sea tema de conversación entre los aficionados a la ciencia ficción (por cierto, ¿dónde quedaron los relatos de este género en esta antología, si sólo cuenta con relatos de terror?) el que haya desaparecido la denominación de origen “ciencia ficción”. Como dice David Mateo, no debemos preocuparnos, puesto que lo importante es que sigan existiendo novelas de género sin necesidad de recibir directamente el apelativo.

Alfonso Merelo MALOS TIEMPOS PARA LA CIENCIA FICCIÓN ESPAÑOLA.
Eso de los malos tiempos suena a la crisis del teatro, tan perpetua como su propia historia. Es cierto que desparecen editoriales exclusivas de ciencia ficción y que se publica menos cada vez. El autor de “Fantástica Televisión” hace un repaso derrotista y posiblemente derrotado del panorama literario español en este género, pero Merelo dice dos verdades que son inapelables. La primera, que el éxito de la literatura fantástica se basa en una situación concreta de la realidad. La ciencia ficción es más difícil, porque ha de ser plausible y cada vez tenemos más cosas típicas de la ciencia ficción en nuestro mundo cotidiano (móviles, ordenadores, Internet, viajes a la Luna y exploraciones en los planetas del sistema solar), cosa que hace que hayamos perdido cierto grado de credulidad. Además, la posibilidad de creer en lo que en su momento era el núcleo del género de la ficción fantástica (vida extraterrestre, viajes temporales y viajes espaciales) se ha reducido al máximo. La vida extraterrestre inteligente queda cada vez más lejana, los viajes en el tiempo son imposibles (necesita de un gasto de energía infinito) y los viajes espaciales serán siempre sublumínicos (de nuevo el gasto de energía infinito), por lo que viajar por las estrellas no será un paseo al estilo Star Wars o Star Trek.
La otra afirmación de Alfonso Merelo que creo es inapelable es la contundencia y mala saña con la que los críticos, especialmente los especializados en ciencia ficción, tratan a la obra producida por los autores de este país. Es sorprendente ver cómo destripan algunas obras sin la menor piedad. Y todo para quejarse unas páginas más adelante, del penoso estado de la ciencia ficción. Hay que pensar que si criticamos con dureza las obras, es probable que alertemos al lector de las pocas bondades de un libro y no lo compre. Y la verdad, algunos de esos libros no se merecían ese trato. Si tiramos piedras contra nuestro propio tejado, es probable que espantemos a los que pudieron leer, por curiosidad o por interés, las obras de los autores de aquí y por extensión, a los de más allá de nuestras fronteras.