Este fue mi primer álbum original en francés. Lo conseguí en una tienda de segunda mano y os puedo asegurar que aunque no estaba muy estropeado, había conocido mejores épocas. Por lo que veo en la web de Kaximpo, me da la sensación de que no se ha traducido al castellano, por lo que trataré de presentároslo.
Si tenéis en mente la película de los Cañones de Navarone (aunque Leloup se basó en los cañones de Corregidor), os podéis ir haciendo una idea de qué va. Partimos de una situación inverosímil. Unos combatientes de origen Japonés, capitaneados por un nostálgico de la época del Imperio, ha creado un cañón de colosales dimensiones con el que está extorsionando a un país del sureste asiático, en Indonesia, más concretamente en el istmo de Kra.
La cosa es que el cañón no dispara un obús gigante, al menos no sólo eso. Es una enorme cabeza nuclear lo que amenaza a los lugareños. Yoko es contratada por Hertzel (los recordaréis del Fuego de Wotan u Odín).
Para llegar al sitio de incógnito, Yoko pilota un pequeño avión monoplaza, el Colibrí. Leloup nos regala un buen montón de viñetas maravillosamente ilustradas en la que nos muestra los diversos aviones, desde este prototipo que llegó a diseñar y realizar en maqueta, a una serie de aviones reales en diversas situaciones.
Pronto Yoko toma tierra y la podemos ver como una magnífica espía, una comando inigualable siempre amenazada por los propietarios del cañón. Los únicos que de verdad lo pasan regular en esta aventura son Vic y Pol.
Cuando Yoko se planta en la base y ve el enorme cañón, no puede evitar sobrecogerse. Tras unas peripecias (combates aéreos maravillos y aventura de tapadillo en una mina) en las que Vic y Pol consiguen zafarse de sus captores, una vez más, Yoko tiene un duelo personal con Sakamoto, el anciano líder del grupúsculo terrorista.
Con la ayuda de los lugareños, Yoko llega al enfrentamiento final sobre el cañón. El retroceso de la propulsión (el proyectil estaba vacío) produce que el cañón se desplace a una velocidad endiablada contra la mina donde estaba escondido. Yoko y sus amigos habían calculado eso, por lo que nuestra amiga salta a tiempo sobre una red que la recoge. Sakamoto no es tan previsor, muere al caer desde la tremenda altura del cañón y le acompaña en su destrucción.
Yoko Tsuno, tomo catorce. El dragón de Hong Kong (Le dragon de Hong Kong, 1986). Lejano oriente cuatro.
¿Cómo nos quedaríamos si un dragón nos atacase en medio de una ciudad? Eso es lo que le pasa a Yoko cuando visita a una familiar suya en Hong Kong. Esta historia parte de un encargo del editor de Yoko Tsuno en dicha ciudad.
Tenemos una nueva aventurera infantil, inseparable de Yoko, su nombre en castellano es Rocío de la Mañana (Rosée du Matín en el original). Curiosamente esta niña tiene la flauta de los seis pitufos, si me permitís la comparación, al poder controlar con su música al dragón de la bahía de la ciudad. Yoko terminará por adoptarla.
La cosa se complica con un dragón mecánico. Os preguntaréis que pinta un dragón en una serie más o menos realista y con tintes científicos y tecnológicos. Pues bien, el dragón viviente es un producto de la ingeniería genética. Como si fuese tan sencillo. Para mi que es un dragón del Komodo pero muy, muy grandote. Se llama Dai Loon.
En cualquier caso, un animal así es algo que mucha gente querría tener, por las buenas o por las malas. Y como Rocío es la única que le puede controlar, la niña va a ir en el lote.
El dragón mecánico recuerda al Nautilus. Una cosa que voy viendo en los números de Yoko es que la influencia de Verne en Leloup, aunque vedada, existe. Yoko y Rosée se encuentran secuestradas por los propietarios del dragón mecánico, que se dedica a sembrar terror por todo el territorio.
En el último momento, Yoko y Rosée huyen, siendo ayudadas por Dai Loon, que da su vida por salvarlas. Yoko y Rosée se juran amistad eterna. Tenemos un nuevo personaje en la serie. Leloup da un giro maestro si lo miramos con detenimiento. Va a ser necesario que Yoko sea la madre adoptiva de Rosée, con las cargas familiares lógicas y con un efecto en las futuras aventuras. Leloup nos cuenta de esta manera su experiencia personal cuando adoptó a una niña coreana en 1973.
8 comments:
Me ha gustado mucho. Hay historias de mucha calidad y creatividad en los comics.
Saludos
Ah, el comic europeo siempre me ha gustado más que el americano. Reconozco que éste no lo he leído.
Que suerte tenerlos todos!! Yo solo he podido encontrar el numero 1, pero bueno, por algo se empieza!!
José Luis, eso es totalmente cierto. El cómic es un arte que ha ofrecido muchas obras de calidad (y muchas malas, como todas las artes). Sería fabuloso que fuese apreciado por todos los tipos de lectores.
Serwan, yo le doy a los dos palos, pero reconozco que cuando leo un buen cómic francés o belga me gusta más que un buen cómic americano. Aunque no soy tonto (bueno no mucho, jeje) y me quedo con lo mejor de los dos mundos.
Candela, empezar por el primero debiera ser una sana costumbre, jeje. Espero que le veas la gracia, puede que te entusiasme (como a mí) este personaje tan "electrizante".
"El Cañón de Kra" sí ha salido en castellano y catalán lo que ocurre es que... ¡no lo he leído todavía! Está en el último tomo del Integral en francés y no me ha dado tiempo aún. Espero leerlo en breve así que me salto tu comentario de momento. Es el único que me falta por leer aparte de "El Séptimo Código".
"El Dragón de Hong-Kong" es interesante por ese enfrentamiento entre el "dragón" natural (bueno, no tanto porque es una manipulación genética) y el artificial (Naturaleza frente a máquina). En cuanto a Rosée, en el nº22 que también salió en español la llaman "Rosa". No sé si es que Rocío les parecía menos chino... La verdad es que no me apasiona este nuevo personaje. Si Yoko la lleva en sus aventuras puede parecer una madre poco responsable que la pone en peligro y si no la lleva, hay que estar inventando la excusa para que no la acompañe. ¿Y si le pasa algo a la propia Yoko? Así puede parecer un personaje más real, con una hija, pero, si de verdad fuera real, habría abandonado su vida aventurera.
Una errata tonta: donde dice que El dragón de Hong Kong es el tomo 14 debe decir 16.
Estoy espeso últimamente Kaximpo. Carles Quintana me ha encontrado un montón de fallos en estas entradas de Yoko, y no son números precisamente, son cosas más gordas. Cuando tenga tiempo, al revisar estas entradas, las corregiré y daré el crédito a los que me avisáis de los fallos.
Ya leí "El cañón de Kra" y está muy bien. Asombra la cantidad de aviones diferentes que aparecen, tanto reales como imaginarios. Nunca supe si los cañones gigantes eran leyenda o no pero si hasta aparecen en Mazinger Z, tienen que ser verdad.
El cañón Galen y la pólvora Magnum
Fe de erratas mía: en el álbum 22 en español a Rosée la llaman Brisa y no Rosa. Eso fue un "faux ami" que me engañó.
Es un peligro normal esos enemigos ocultos. En cuanto se parece la palabra, la lías. Y mira que para mí era Rosa. Así de equivocado estaba.
Genial lo de Mazinger.
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