[vía Bysamy]
Esta serie la recuerdo de las sobremesas
del Canal Plus, pero en abierto, que uno nunca tuvo el decodificador. Lo cachondo
es que estábamos en el instituto y muchísimos seguíamos a diario. ¿Por qué?
Porque era tremenda y transgresora.
Partimos de un Pequeño Tokio en el que el
Emperador Fred se ha vuelto turulato porque le han quitado las muelas del
juicio. Si esa premisa no es cachonda, ya me diréis. Y los únicos que evitan
que el Gran Quesote (sí, habéis leído bien) se haga con el poder es un trío de
gatos repartidores de pizza: Ceviche, Polly Esther y Guido Anchoa (he tenido
que buscar sus nombres porque no me acordaba).
Y cuando el narrador se metía, solía
salir escaldado. Todos le oían y no le daban tregua. De verdad, maravillosa.
[vía skooldays]
La serie es de 1990 y se retransmitió por
todo el mundo, como he podido comprobar al buscar información en la red, pero
no dejó mucha huella. No hubo juguetes aquí en España, que yo recuerde y los
videojuegos son para consolas muy antiguas. Pero los blogs no se han olvidado
de estos mininos tan peculiares.
Bueno os dejo con unos cuantos videos y
con un montón de enlaces para refrescaros la memoria nostálgica.
samurai pizza cats
The Samurai
Pizza Cats intro
If you like
the English dub, why not check out the original Japanese version of the intro.
Just check below here under related videos for the intro uploaded by
twilight13.
[vía Airhammer]
La imperdonable y
desacompasada interpretación del opening en español.
Juramento de los gatos
samurai
aquí les dejo este
juramento
clásico de clásicos
[vía IAS1210326]
Para leer más sobre los Samurai Pizza Cats:
Wikipedia, castallano e inglés.
2 comments:
¿Una respuesta a las tortugas Ninja?
Pues no estoy seguro. Tiene mucho que ver, pero no te puedo decir. Es la primera vez que pienso en la posibilidad. Te aseguro que si es así, nadie se dio cuenta. En ninguno de los enlaces que os propongo para los Gatos Samurai dicen nada al respecto. Pero me suena plausible.
No hay duda que si es así, te tengo que poner una medalla a la perspicacia. Y puede que tengas razón.
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