44. Un millón de años.
Valera vuelve a Atolón una vez más, tras la recuperación del Sistema Solar y la aventura en el Sistema de antimateria. El tiempo pasado en Atolón es de un millón de años y el circumplaneta se ha fragmentado en un montón de pedazos.
Aunque los Valeranos ya saben que cuando las cosas han cambiado mucho y ha pasado demasiado tiempo, han de obrar con prudencia y acercarse con sigilo, los escuadrones valeranos son atacados con tanta efectividad que casi los aniquilan. Miguel Ángel Aznar muere junto con su mujer, pero su hijo, el protagonista consigue huir.
Ya en uno de los fragmentos de Atolón descubre que sigue habiendo Mantis y que los humanos han llegado otra vez a un estado de primitivismo atenuado por los poderes paranormales. Son los tapos, los descendientes de los bapturanos y los valeranos.
Gracias a la telepatía, los valeranos descubren que hay una tercera facción, los ghuros (otro nombre mítico en la Saga) que son anfibios que destruyeron tanto la civilización humana como la Mantis. Sólo sobreviven porque los ghuros están también enfrentados entre ellos, cosa que impidió que les exterminasen por completo.
Creo que la trama se complica innecesariamente en este punto. No se conforma Miguel Ángel con salir con vida del entuerto en el que su padre y otros muchos valeranos fallecieron, sino que quiere más. Secuestra a unos ghuros en una ciudad y como le pillan, pues no se le ocurre otra cosa que destruir la ciudad. Los ghuros se enfadan y le atacan a muerte. La única escapatoria es destruir la nave y volver a Valera vía karendón.
Allí, en Valera, la cosa se complica. Muerto Miguel Ángel Aznar padre, la facción de los Aznar queda en desventaja y en minoría. Un nuevo líder, miembro de la familia MacLane y de nombre Juan, se encargará ahora de dirigir el destino de los valeranos y el infortunio de los Aznar.
45. La Rebelión de los Robots.
Valera va de mal en peor. Curiosamente, cuando un régimen político no aznarista se encuentra en el poder, la democracia se tambalea. En el exterior, Valera está dando matarife a las Mantis y a los Ghuros. Y todo ello gracias a las miles de copias de la robot Izrail.
Una vez se han usado estos robots como fuerza de asalto, evitando las pérdidas de vidas humanas en el combate en Atolón (cosa que no entiendo, porque con la karendón se soluciona todo en un periquete), Juan MacLane se encarga de convertir a esas robots en una especie de guardia pretoriana.
Las revueltas se suceden en Valera, todas ellas reprendidas con dureza y con muertos. Sólo la repentina aparición de una suerte de inteligencia artificial en las robots, hace que empiecen a sentir miedo a morir (o a dejar de funcionar irremisiblemente). Comienzan a alejarse de los humanos y a matarlos si se ponen en su camino. Ya no están bajo el control de los MacLane, para bien o para mal.
Miguel Ángel Aznar se encarga de proteger a las robots y de darles un refugio en uno de los fragmentos de Atolón. La deserción dejó a Juan MacLane en una situación insostenible y deja el cargo en manos de Miguel Ángel, que apacigua a los valeranos con la promesa de un gobierno libre.
Termino esta entrada, agradeciendo una vez más a José Carlos Canalda la oportunidad de usar sus imágenes de las novelas originales, tan estupendas, y de poder seguir su guión para este resumen. Todo ello en El Sitio de Ciencia Ficción.
Valera vuelve a Atolón una vez más, tras la recuperación del Sistema Solar y la aventura en el Sistema de antimateria. El tiempo pasado en Atolón es de un millón de años y el circumplaneta se ha fragmentado en un montón de pedazos.
Aunque los Valeranos ya saben que cuando las cosas han cambiado mucho y ha pasado demasiado tiempo, han de obrar con prudencia y acercarse con sigilo, los escuadrones valeranos son atacados con tanta efectividad que casi los aniquilan. Miguel Ángel Aznar muere junto con su mujer, pero su hijo, el protagonista consigue huir.
Ya en uno de los fragmentos de Atolón descubre que sigue habiendo Mantis y que los humanos han llegado otra vez a un estado de primitivismo atenuado por los poderes paranormales. Son los tapos, los descendientes de los bapturanos y los valeranos.
Gracias a la telepatía, los valeranos descubren que hay una tercera facción, los ghuros (otro nombre mítico en la Saga) que son anfibios que destruyeron tanto la civilización humana como la Mantis. Sólo sobreviven porque los ghuros están también enfrentados entre ellos, cosa que impidió que les exterminasen por completo.
Creo que la trama se complica innecesariamente en este punto. No se conforma Miguel Ángel con salir con vida del entuerto en el que su padre y otros muchos valeranos fallecieron, sino que quiere más. Secuestra a unos ghuros en una ciudad y como le pillan, pues no se le ocurre otra cosa que destruir la ciudad. Los ghuros se enfadan y le atacan a muerte. La única escapatoria es destruir la nave y volver a Valera vía karendón.
Allí, en Valera, la cosa se complica. Muerto Miguel Ángel Aznar padre, la facción de los Aznar queda en desventaja y en minoría. Un nuevo líder, miembro de la familia MacLane y de nombre Juan, se encargará ahora de dirigir el destino de los valeranos y el infortunio de los Aznar.
45. La Rebelión de los Robots.
Valera va de mal en peor. Curiosamente, cuando un régimen político no aznarista se encuentra en el poder, la democracia se tambalea. En el exterior, Valera está dando matarife a las Mantis y a los Ghuros. Y todo ello gracias a las miles de copias de la robot Izrail.
Una vez se han usado estos robots como fuerza de asalto, evitando las pérdidas de vidas humanas en el combate en Atolón (cosa que no entiendo, porque con la karendón se soluciona todo en un periquete), Juan MacLane se encarga de convertir a esas robots en una especie de guardia pretoriana.
Las revueltas se suceden en Valera, todas ellas reprendidas con dureza y con muertos. Sólo la repentina aparición de una suerte de inteligencia artificial en las robots, hace que empiecen a sentir miedo a morir (o a dejar de funcionar irremisiblemente). Comienzan a alejarse de los humanos y a matarlos si se ponen en su camino. Ya no están bajo el control de los MacLane, para bien o para mal.
Miguel Ángel Aznar se encarga de proteger a las robots y de darles un refugio en uno de los fragmentos de Atolón. La deserción dejó a Juan MacLane en una situación insostenible y deja el cargo en manos de Miguel Ángel, que apacigua a los valeranos con la promesa de un gobierno libre.
Termino esta entrada, agradeciendo una vez más a José Carlos Canalda la oportunidad de usar sus imágenes de las novelas originales, tan estupendas, y de poder seguir su guión para este resumen. Todo ello en El Sitio de Ciencia Ficción.
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