Celda 211.

Saqué del Video Club esta película que me tenía intrigado. Tenía que ser muy buena para haber tenido una taquílla así y haber arrasado en los Goya. Es algo que debía ver.

Y así fue. Una película muy conseguida en la que podemos ver a un pobre chaval que sin comerlo ni beberlo se ve en medio de un motín en una cárcel, con presos muy peligrosos y muy inteligentes que tienen mucho que reclamar y poco que perder. 

Lo peor es que lo está haciendo tan bien que se gana la confianza del líder, Malamadre (un Tosar inmenso). Y digo lo peor porque es lo que ocurre fuera de la cárcel lo que emponzoña la actitud de ese muchacho, funcionario de prisiones que aún no está en activo (Alberto Ammann interpreta a Juan, el protagonista).

Por mucho que trabaje su posición para sobrevivir, son las circunstancias las que le pueden. Da igual su sensatez. Las malas decisiones de las autoridades, en especial cuando tras una intervención policial - con el director de la prisión como culpable - la mujer de Juan, que está embarazada, muere. Y eso no lo puede soportar el muchacho, que se vuelve una mala bestia, matando al director y llevando a la locura a los demás presos.

Todo termina en tragedia, con multitud de venganzas personales que acaban con la vida de muchos de los reclusos protagonistas.

Daniel Monzón realiza un trabajo excepcional, en el que la elección del tipo de cámara mete al espectador en medio de la acción sin permitirnos ni medio respiro.

Ya sabéis que soy seguidor del cine español y que suelo ver más cine de aquí cuando voy a las salas que de otros lugares, pero creo que muchos deberían aprender una lección de hasta qué punto hacer historias, buenas o malas, pero interesantes, atrae al público. Y lo hace con tanto ímpetu como una superproducción norteamericana.

Celda 211 - Trailer final español 

[vía trailersyestrenos]

Más sobre Celda 211:

• Web oficial
• Wikipedia
• IMDb 
• Imágenes via Wikipedia (cartel) y compresadeadamantium (Tosar y Ammann).

Recomiendo la lectura de Vigilar y Castigar, del filósofo francés Michel Foucault. Analiza el origen de la penitenciaría desde un caso de un castigo mucho peor que el crimen que no llegó a cometerse. Una reflexión no sólo de la razón de las cárceles sino de cómo se edifican y lo que significa la vigilancia en la sociedad actual  (panóptica). Podéis leerlo en la Wikipedia e incluso en pdf.