Tercera entrega de la serie. Os ofrezco esta vez un par de cosas. Primero un médico con sus complementos y después un Montamán submarinista en posición aventurera.
MÉDICO.
Otro juego de complementos en color marroncito claro. Las tijeras son una joyita. Fijaos en que estaban hechas en dos piezas. La camilla era también una curiosidad y un complemento muy grande (vamos, para el estandar de un Montamán).
SUBMARINISTA.
Este montamán ya va vestido. Así podéis comprobar cómo se podía jugar con el muñequito.
COMPLEMENTOS: ARMAS.
Como estamos aún en la época en la que los juguetes podían ser políticamente incorrectos, los Montamán eran muy duros. Sí señor. No es que me gusten las armas, pero eran divertidas como juguete. Además, estas sólo son de pocos milímetros. Los lanzagranadas son espectaculares. Abajo podéis ver las armas tipo space ópera.
MÉDICO.
Otro juego de complementos en color marroncito claro. Las tijeras son una joyita. Fijaos en que estaban hechas en dos piezas. La camilla era también una curiosidad y un complemento muy grande (vamos, para el estandar de un Montamán).
SUBMARINISTA.
Este montamán ya va vestido. Así podéis comprobar cómo se podía jugar con el muñequito.
COMPLEMENTOS: ARMAS.
Como estamos aún en la época en la que los juguetes podían ser políticamente incorrectos, los Montamán eran muy duros. Sí señor. No es que me gusten las armas, pero eran divertidas como juguete. Además, estas sólo son de pocos milímetros. Los lanzagranadas son espectaculares. Abajo podéis ver las armas tipo space ópera.
10 comments:
¿No hay uno peluquero?
¡Vaya arsenal que tienes!
Ya me fijé que para hacer de indio usaste un montamán de piel roja; propongo que uses el rosa para el peluquero.
El peluquero es fácil de hacer. Con las tijeras que apaecen en esta entrada, el banco del sheriff de la anterior y el peine que veremos en la siguiente, más o menos va servido.
Evil, sin decir has dicho mucho y creo que has caído en un tópico falso. ¿Por qué rosa? Mi abuelo, antes que cartero, fue peluquero y no le me lo imagino con salvaropas rosa.
Por cierto, si os fijáis en el color de este muñeco, no es que sea rosa, es que salió con taras. Es rojo, pero decolorado y la cabeza está aplastada y con poca forma.
Lo de que fuese rojo o no el indio fue casualidad. Cogí un rojo y un verde para hacer la foto y sólo al verde le encajó bien el gorro de vaquero. Esa es la pueril razón.
El montaman tiene muchas posibilidades de juego, ya que va vestido de rojo, puedes añadirle una capita negra para que emule al gran héroe!.
¡No había caído en eso, King, jeje!
Bueno, para todos, no se os olvide visitar la cripta de King, http://cibercastillo.blogspot.com/ que está haciendo unos post sobre el Gran Héroe Americano, que, como suele ser costumbre una maravilla de King.
La leche lo de los muñequitos estos. No los conía por cierto asi que gracias por enseñarlos porque son una pasada.
Porque salieron para una generación antes que la mía que sino seguro tendría mi buen ejercito
Pues el rosa se lleva mucho otra vez este verano, pero vamos no tiene nada que ver el color la verdad con la profesión, es más pocos peluqueros van de rosa.
Hermanos Encinas, como me suele decir Akela a mí, sois muy jóvenes. Muchos de mi generación tampoco los tuvieron. No tenían publicidad y se vendían sólo en panaderías y kioscos, pero de los antiguos, de los que te vendían chuches al tiempo que el último TBO o un pistola de petarditos.
Juan, los peluqueros van de negro (y no son góticos) o con bata (y no son médicos).
Yo no encuentro atractivo el rosa, igual que el verde manzana y el azul celeste porque me da la sensación de desteñido. Es como un rojo que ha perdido espledor. Pero el verde ese es para mí el peor. Era el color del teléfono que tenían mis padres y no lo soporto.
La verdad es que el chiste no tenía mucha gracia, espero no haber ofendido a nadie, sin embargo, no me sorprendió ver el montamán de color rosa, por eso no me di cuenta de que era defectuoso.
Intentaba montarlos de diferentes maneras, con los brazos y las piernas de otros sobres, de diferentes colores, etc. pero lo mejor que hice fue un paracaídas redondo con un trozo de vieja sábana blanca y unos hilos.
Como era más pesado que los paracaidistas de plástico (un gran clásico del quiosco) lo hice bastante grande, con idea de compensar el exceso agrandando un agujerito en el medio. Tras varios intentos, quedó perfecto; el día que lo llevé al recreo fui el más popular del colegio.
No te preocupes Evil, que ofender no ofendes, sólo que haces malos chistes. ¡Hay que estudiar más! ;-)
Y ese Montamán paracaidista era digno de ser visto.
Post a Comment