Santyago Moro juega con ventaja y en estas dos novelas gana por goleada.
Me explico.
Santyago Moro ha escrito una excepcional saga en dos volúmenes contándonos las aventuras de un nuevo miembro del universo Aznar, José Santiesteban, metiéndole en las más interesantes aventuras que he leído de las realizadas por este autor.
Pero aquí entra ese conocimiento previo, esa ventaja a la que hacía mención al principio de la reseña. Se nota que la saga está ya escrita y que Santyago Moro la conoce al dedillo. No sólo eso, sino que sabe lo que pueden sentir los personajes, inventando un relato más que verosimil en el que, sin abusar de los personajes clásico, a excepción de Amatifú, la reina de las amazonas, los demás personajes no tienen más remedio que aceptar lo que les viene encima con la mayor naturalidad.
Estas novelas no son como la Saga de Enguídanos. No son épicas, no se centran en los Aznar y no pretenden dar un paso colosal en la saga. Muy al contrario. Todos los que hayamos leído la parte de la Saga de los Aznar en Exilio, sabemos lo que viene después.
En este ciclo de Exilio, Santyago Moro no pretende darnos más Saga. Ni siquiera profundizar en algún aspecto que Enguídanos hubiese querido acercarnos pero no tuvo tiempo.
No, Santyago Moro sabe que hay mucho que contar en este momento tan crucial de la Saga. Me explico. Esta parte de la Saga es un cruce de caminos interesantísimo. Las tres superpotencias del cosmos, los Thorbod, los humanos y los Nahumitas están en un momento muy delicado. Ninguno tiene poder para hacer nada, tanto a la ofensiva como a la defensiva. Y lo peor, están todos juntos.
Así que es posiblemente la mejor situación para un escritor que quiera desarrollar la psicología de estas tres razas. En estas dos novelas podemos encontrar a miembros de cada una de estas especies de todas las formas posibles. Se acabó el blanco y el negro, ni siquiera los grises. Los humanos son los protagonistas, inevitablemente, pero los Thorbod son representados por algunos miembros que desembocarán en la decisión final de acabar con una belicosidad innecesaria para luego acercarse a las otras especies del cosmos. Y los nahumitas, dentro de su crueldad, van a conocer la humanidad perdida, aún pagándolo carísimo.
Nuestras filas, la de los humanos, también estarán en una situación delicada, al borde de la guerra civil. Y como dice un nahumita (creo recordar), ninguna otra raza ha llegado al punto de llegar a la guerra fraticida. No estoy muy de acuerdo, porque los propios nahumitas castigan a sus dirigentes y a los afines a estos cuando pierden contra Valera y ese mismo enfrentamiento se volverá a ver al final de la amenaza Thorbod.
Volviendo al argumento de que Santyago Moro juega con ventaja, mencionaré una cosa que igual a otros lectores le haya pasado. Los Thorbod huelen demasiado a Kingon y los nahumitas a Romulano. Y eso es fantástico, demostrando la fuerza de esta creación de Enguídanos. Porque aunque le añadamos otros elementos de la Space Opera que sobrevuela la cabeza de cualquier buen aficionado a la Ciencia Ficción.
Más cosas que añadir. El añadido de una búsqueda arqueológica, el McGuffin de la historia le da una dimensión pulp que me ha encantado. Verme en envuelto por esas aventuras al estilo de Tarzán o de las Minas del Rey Salomón, por citar dos tipos de novelas de ese cariz o en las películas de Indiana Jones, me ha parecido un elemento catalizador que ha acelerado la historia y aumentado mi interés por ella.
En la primera novela estamos buscando la razón por la cual el planeta thorbod en el que los humanos viven no ha sido aniquilado y cómo el intento de emplear una bomba W contra él acelera la reacción de una facción de Thorbod. En la segunda, un libro sagrado nahumita lleva a encontrarse con los antiguos dioses de Nahum, a los que es preciso vencer, no sólo por el bien de la humanidad, sino de los propios nahumitas.
En fin, muchas cosas que comentar y muchas razones para leer estas dos novelas. Santyago Moro crea las mejores novelas que he leído de su producción y eso es decir mucho. Tengo ganas de hincarle el diente al Secreto de los Aznar, su nueva novela y le deseo suerte, junto a otros amigos de la lista de correo de la Saga (¡Ánimo Ramón y compañía!), en los siguientes premios Ignotus, a los que están nominados.
Me explico.
Santyago Moro ha escrito una excepcional saga en dos volúmenes contándonos las aventuras de un nuevo miembro del universo Aznar, José Santiesteban, metiéndole en las más interesantes aventuras que he leído de las realizadas por este autor.
Pero aquí entra ese conocimiento previo, esa ventaja a la que hacía mención al principio de la reseña. Se nota que la saga está ya escrita y que Santyago Moro la conoce al dedillo. No sólo eso, sino que sabe lo que pueden sentir los personajes, inventando un relato más que verosimil en el que, sin abusar de los personajes clásico, a excepción de Amatifú, la reina de las amazonas, los demás personajes no tienen más remedio que aceptar lo que les viene encima con la mayor naturalidad.
Estas novelas no son como la Saga de Enguídanos. No son épicas, no se centran en los Aznar y no pretenden dar un paso colosal en la saga. Muy al contrario. Todos los que hayamos leído la parte de la Saga de los Aznar en Exilio, sabemos lo que viene después.
En este ciclo de Exilio, Santyago Moro no pretende darnos más Saga. Ni siquiera profundizar en algún aspecto que Enguídanos hubiese querido acercarnos pero no tuvo tiempo.
No, Santyago Moro sabe que hay mucho que contar en este momento tan crucial de la Saga. Me explico. Esta parte de la Saga es un cruce de caminos interesantísimo. Las tres superpotencias del cosmos, los Thorbod, los humanos y los Nahumitas están en un momento muy delicado. Ninguno tiene poder para hacer nada, tanto a la ofensiva como a la defensiva. Y lo peor, están todos juntos.
Así que es posiblemente la mejor situación para un escritor que quiera desarrollar la psicología de estas tres razas. En estas dos novelas podemos encontrar a miembros de cada una de estas especies de todas las formas posibles. Se acabó el blanco y el negro, ni siquiera los grises. Los humanos son los protagonistas, inevitablemente, pero los Thorbod son representados por algunos miembros que desembocarán en la decisión final de acabar con una belicosidad innecesaria para luego acercarse a las otras especies del cosmos. Y los nahumitas, dentro de su crueldad, van a conocer la humanidad perdida, aún pagándolo carísimo.
Nuestras filas, la de los humanos, también estarán en una situación delicada, al borde de la guerra civil. Y como dice un nahumita (creo recordar), ninguna otra raza ha llegado al punto de llegar a la guerra fraticida. No estoy muy de acuerdo, porque los propios nahumitas castigan a sus dirigentes y a los afines a estos cuando pierden contra Valera y ese mismo enfrentamiento se volverá a ver al final de la amenaza Thorbod.
Volviendo al argumento de que Santyago Moro juega con ventaja, mencionaré una cosa que igual a otros lectores le haya pasado. Los Thorbod huelen demasiado a Kingon y los nahumitas a Romulano. Y eso es fantástico, demostrando la fuerza de esta creación de Enguídanos. Porque aunque le añadamos otros elementos de la Space Opera que sobrevuela la cabeza de cualquier buen aficionado a la Ciencia Ficción.
Más cosas que añadir. El añadido de una búsqueda arqueológica, el McGuffin de la historia le da una dimensión pulp que me ha encantado. Verme en envuelto por esas aventuras al estilo de Tarzán o de las Minas del Rey Salomón, por citar dos tipos de novelas de ese cariz o en las películas de Indiana Jones, me ha parecido un elemento catalizador que ha acelerado la historia y aumentado mi interés por ella.
En la primera novela estamos buscando la razón por la cual el planeta thorbod en el que los humanos viven no ha sido aniquilado y cómo el intento de emplear una bomba W contra él acelera la reacción de una facción de Thorbod. En la segunda, un libro sagrado nahumita lleva a encontrarse con los antiguos dioses de Nahum, a los que es preciso vencer, no sólo por el bien de la humanidad, sino de los propios nahumitas.
En fin, muchas cosas que comentar y muchas razones para leer estas dos novelas. Santyago Moro crea las mejores novelas que he leído de su producción y eso es decir mucho. Tengo ganas de hincarle el diente al Secreto de los Aznar, su nueva novela y le deseo suerte, junto a otros amigos de la lista de correo de la Saga (¡Ánimo Ramón y compañía!), en los siguientes premios Ignotus, a los que están nominados.
4 comments:
¡Gracias, Valentín! Estás condenado a ser mi crítico preferido :D
Gracias a ti, Santyago. Las novelas eran gozosas. Y, bueno, no es que yo sea muy crítico, como mucho reseñas y un poquín parciales. Si es que me tenéis ganado, jeje.
Buenas reseñas, Valentín. Sigue, sigue...
Y gracias por tus ánimos en la parte que me toca...:-) )
Ahora, Ramón, toca buscar más libros, que en mi librería ya no quedan más. Iré por Mirauano.
Y Ramón y compañía. A ver (o HABER, como escribís en la Lista de correo) si el premio se queda en casa.
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