La Saga de los Aznar, volumen vigésimo segundo.

50. Los últimos de Atolón.

Recordemos que el Hermes se fue de Atolón para salvar a los humanos de los Thorbod que se habían instalado allí. Siglo y medio después, aún luchan los tapos que sirvieron de pantalla contra los Thorbod. Hasta ahora se les había dado bien sobrevivir, pero los Thorbod estaban siendo sistemáticos y efectivos exterminándoles.

La novela la protagoniza uno de los aznares más populares, Marek, que es nieto de Fidel Aznar. La desgracia le ha azotado, al estilo Aznar: no quedan familiares suyos. Y en la ciudad donde ha conseguido huir, los dirigentes esperan conseguir un armisticio con la bestia gris (es decir; los Thorbod). Pero Marek sabe que es una muerte segura, por lo que anima a la población a seguirle y enfrentarse a los invasores.

Para ello cuenta con Noel Raga. Los dos valientes se meten en un caza delta y se infiltran en territorio enemigo. Tras varios años de combates, Marek y Noel llegan a la antigua capital de Maquetania, donde una karendon les va a permitir infiltrar a los tapos y los ghuros en territorio enemigo y en masa.

Como no podía ser menos, los buenos ganan y como un final tan chulo le pareció poco a Enguídanos, Valera aparece en el cielo de Atolón. Los Thorbod huyen como posesos.

Una de las novelas más emocionantes de la Saga. Posiblemente de las más aventureras.

51. Guerra de Autoplanetas.

Hay que acabar de una vez por todas con la amenaza de la bestia gris. Pero hay un problema: los Thorbod ya no son lo que eran. Por lo que sea, han perdido la necesidad de matar a todos los que no son iguales a ellos. Sólo quieren que les dejen en paz.

Valera, a la que le importa un pimiento Atolón, quiere dar con el autoplaneta Thorbod (Argos es su nombre). Marek se va con los valeranos, pero su mujer y su hijo se quedan. Otra tragedia que añadir a la saga Aznar.

Los Thorbod han conquistado otra vez el sistema solar y tienen dos autoplanetas esperando para dar batalla a Valera. Hay que tener una buena estrategia si quieren primero sobrevivir y segundo ganar. Van a necesitar la ayuda de los tapos, pero estos han sido maltratados por los valeranos, celosos de su intimidad mental. Por eso han sido relegados, sin integración social durante generaciones. Ahora toca resarcir a los tapos y darles un papel en Valera.

La misión suicida que les encomiendan es tremenda. Nada más y nada menos que infiltrarse en Argos. A partir de ahí todo son tensiones. Los tapos se apuntan a la misión, pero la población civil pide que no entren en la contienda. Mientras tanto, los valientes tapos se entrenan con entusiasmo. Los Thorbod también tienen sus disputas internas y hay que aprovecharse.

El primer paso, tras varios años de espera, lo dan los Thorbod. Valera sólo se defiende y en un momento de debilidad, consigue infiltrar a sus comandos en la Argos. El éxito se planta de cara de los humanos. Pero no es necesario masacrar a los Thorbod. La revolución ha estallado entre las filas de la bestia gris y han ganado los partidarios de la convivencia pacífica. Se acabó la amenaza y para siempre. Valera abandona el Sistema solar rumbo a lo desconocido, a donde ningún humano a osado viajar.

Termino una vez más, agradeciendo a José Carlos Canalda la oportunidad de añadir las portadas en la entrada y también de poder usar sus resúmenes como guía.