Esta colección, publicada por Bimbo y que se completaba con los cromos que salían en los pastelitos es una de las más curiosas que se hicieron. Contaba con los personajes de Disney (pensemos que en ese año se reestrenó El Libro de la Selva, algo que no se hace ahora, cuando todo ya sale directamente a DVD). He adelantado esta entrada porque Evil me pidió ver si tenía el cromo de Sheere Kahn. Lo siento, chico, sólo tengo unos pocos cromos. Recordaba perfectamente la portada, donde se ve a dicho tigre y su contrapartida real. Porque de eso va la colección. Veamos.
Aquí tenemos un par de cromos en su versión caricatura o, como diría un inglés "cartoon". Si levantamos la ilustración...
...nos encontramos con otra ilustración más realista y una explicación que nos presenta al animal.
Aquí tenemos otro ejemplo (este cromo me confundió al ser también felino, pero ¿qué hacía un tigre en un árbol?).
...nos encontramos con otra ilustración más realista y una explicación que nos presenta al animal.
Aquí tenemos otro ejemplo (este cromo me confundió al ser también felino, pero ¿qué hacía un tigre en un árbol?).
Y levantando la tapita, otra vez el dibujo realista y la explicación. Muy educativo y muy bonito.
Ahora es el turno de la mofeta...
...y ¿por qué no? del Canguro.
...y ¿por qué no? del Canguro.
Ahora es el turno de los animales de granja. Había unos cromos de un niño que se le podía ver en cada uno de los continentes, pero no tengo ninguno completo (eran dípticos) y por eso no lo he mostrado.
Por último, esta contraportada en la que se podía ver toda la gama de pastelitos de Bimbo. La Pantera Rosa (con su envoltorio original) que es como se sigue haciendo ahora. Los Bucaneros, con unas caricaturas de los ingredientes que me encantaba (¿podría ser que en su momento llevase cromos del Corsario Negro?). El Tigretón y el Bony, tal y como se hacen ahora, pero con el envoltorio antiguo (por cierto, yo soy del Bony). No solían llevar cromo. Los Tunos eran dos madalenas de chocolate. Y el Mi Merienda es el precursor del Bollycao y el Bimbocao.
11 comments:
Tremenda entrada Valentin. ¿De qué año es el albúm?
Yo creo que tengo por ahi perdido uno que daban con el bollicao sobre animales en peligro de extinción, a mi me molaba bastante pero no lo pude acabar.
Que faltase la fecha en la entrada era algo que me incomodaba. Ya sabéis que Disney no suele indicar la fecha de nada (pienso por cuestiones de perder el Copyright una vez han pasado los años pertinentes). Lo único que he podido encontrar es que el reestreno del Libro de la Selva fue en 1981, por lo que supongo que será más o menos de esa fecha.
Lo de acabar una colección a razón de un cromo por bollo las hacía práctimamente incoleccionables. Sin repetidos, habría que comer ciento y pico pastelitos. Eso ni un equipo de fútbol.
Tanto mi hermano, como un amigo y yo coincidimos en que el sabor del pastelito de La pantera rosa ha cambiado. Estaba mucho más bueno antes. Algún ingrediente ha debido modificarse con los años.
¿Tienes aquel poster grande en el que se pegaban adhesivos redondos de El Corsario Negro? Me encantaba.
Yo lo tenía pero se terminó extraviando aunque aún conservo un par de adhesivos de aquellos.
Me sigue gustando el pastelito de la Pantera Rosa. Por lo menos, lo siguen haciendo. No recuerdo mucho su sabor antiguo.
La verdad es que recuerdo perfectamente esa colección del Corsario Negro, pero no la hice. Recuerdo la publicidad.
Ya sabes que nos gustaría ver el par de adhesivos que conservas.
Muchas gracias por publicar este post, sobre una colección de la que tuve al menos uno, pero creo que fueron en total tres cromos. Pero el cromo que recuerdo mejor, el de Shere Kan, cambió mi vida; la recepción de las imágenes y mi manera de dibujar y ver los dibujos de los otros.
En cuanto al sabor del Pantera Rosa, vi con satisfacción que todavía lo hacen, la última vez que estuve en Madrid; la última vez que lo probé, hace unos 4 ó 5 años, me supo como siempre, claro que tal vez me equivoque, no me sorprendería que hubieran cambiado algún ingrediente especialmente nocivo; ahora hay muchas más leyes sobre la alimentación que en aquel entonces.
Otra golosina mítica que vemos un verano sí y dos no hasta el presente en el cartelón azul de Frigo es el Dracula, lo comí por última vez hace 3 veranos y me supo también como siempre, me pregunto si este verano volverá. Hecho de menos el Nifti, de Camy.
He pasado un buen rato mirándolos con detenimiento y deleite; gran colección. Gracias de nuevo.
Evil, no creas que tengo mucho más que esto que ves aquí.
El Drácula se hace siempre, que yo sepa. En casa somos muy forofos de ese helado. Y el Colajet se sigue haciendo igual.
No obstante, aquí no hay que tener nostalgia de esos productos. Ahora un polo sabe hasta el final. Antes, con un Frigodedo o un Frigurón, a dos lametazos, te quedabas con un trozo de hielo con colorante.
Me alegro que lo hayas disfrutado tanto.
Recuerdo muy bien estos cromos que has puesto. De hecho, los que tuve los llegué a tirar. Siempre me he arrepentido de ello.
Te felicito por el artículo, está completísimo tanto en el aspecto fotografías como en el texto.
No te preocupes, Fermín. Todos hemos vivido esa experiencia y es porque no teníamos las cosas claras. Pero también es malo acumular por acumular.
Me alegro que te haya gustado la entrada.
¡¡¡El Bony a muerte!!! Aunque la mermelada te dejaba el morro y las manos hechas un cristo. Te acabo de encontrar y creo que me quedaré un rato.
Muchas gracias. Espero que te guste mi blog tanto como el Bony. Para mi también es el mejor de los pastelitos.
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