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Muchos niños de los setenta tuvimos que hacer muchas cuentas con esto cuadernos de Rubio. Y posiblemente ese aspecto gráfico nos ayudaba a no aburrirnos de hacer operaciones de forma mecánica.
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Os presento en esta hoja una típica hoja con las tablas de multiplicar y los resultados que yo mismo apunté en 1980, con ocho añitos. Creo que están bien.
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Hojeando los cuadernillos que conservo, he encontrado esta curiosa página. Taurinos o antitaurinos, creo que no es una página que hoy en día se vería en un producto como este, para enseñar a dividir.
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En esta otra imagen podéis ver la lista completa de cuadernillos y una ilustración muy maja para explicar la resta. Otros tiempos, sin duda.
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Para terminar, dos ilustraciones extraídas de los cuadernos. Una que me gustó mucho, con la suma de tres paracaidistas.
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Y otro ejemplo del cuadernillo de divisiones. Los niños representados al gusto de otra época. Igual nosotros éramos esos niños.
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7 comments:
Te odiaré un poquito por poner esos cuadernos que tanta guerra me han dado. Grrrrr...
Los cuadernos Rubio...¡Qué recuerdos!
Jeje, lo siento, Doctor. Por lo que sea tienen un lugar en nuestra nostalgia. Bueno o malo. Yo tampoco era muy forofo de ellos, pero había que aprender y hacer cuentas. Y los dibujitos ayudaban (poco, muy poco, pero no todo eran operaciones).
Núria. Me alegro haber despertado un poquito de lado nostálgico.
Dios! Una vez más abres la caja de los truenos! Estos todavía danzaban alegremente por las escuelas de los 80, eh! :) ¡Cómo los llegué a odiar! (especialmente los de divisiones). También detestaba los de caligrafía, que me mandaban hacerlos en el cole, sin necesitarlo, creo yo...
Yo era tan vago que los de hacer espirales (antes de las letras) ya los hacía mal y con desgana. Eran una pequeña tortura. Pero mira que no creo que fuesen innecesarios. Sólo tediosos.
A mí los de matemáticas de pequeños me gustaban, y me gustaba la sensación de avance cuando te daban uno nuevo. Los que odiaba eran los de mayores, páginas tras páginas de operaciones que por otro lado ya sabía hacer perfectamente...
Recuerdo que en aquella época en las notas del cole venía por separado "matemáticas conceptual" y "matemáticas cálculo". Siempre tenía buena nota en la primera y mala en la segunda, no porque no supiera hacer las operaciones sino porque pasaba, del coñazo que me parecía :)
No recuerdo esa división de las notas en la asignatura de Matemáticas. Debió ser que me hacían media.
Y es cierto que alegraba pasar de un cuadernillo al siguiente. Aunque podía pasar lo contrario, como con los equipos de fútbol que bajan de categoría. Eso sí que era duro. Le pasó a mi mujer y ocultó la cartilla de la vista de sus padres mucho tiempo. Una angustia, vamos.
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