El manual de los jóvenes castores.

Desde hace unos días vengo publicando el primer manual de los jóvenes castores, el primero de una larga lista de manuales de Montena que tengo intención de ir publicando por aquí, pero con tiempo, oye, que lleva mucho trabajo hacer entrada tras entrada ;-)

Poco he encontrado en la red de estos libros tan curiosos. Incluso en la Wiki de Disney no hay nada. Un chico, Acido, en su página flickr dice que estos manuales eran como blogs antiguos. Me ha gustado mucho su comentario, por lo que lo añado para someterlo a vuestro escrutinio:

Sí, era muy informativo. Algo freak pero sobre todo diría que es bastante hacker: se enseñaban curiosidades, los trucos de las cosas, a aprovechar las cosas más comunes en utilidades insospechadas... Incluso tiene algo de criptografía (códigos para mensajes secretos, tinta invisible...)

Al volver a ojear y hojear estos manuales, ¡me a recordado mucho a los blogs!. Cada libro es un conjunto de escritos, de varios temas pero interesantes y muchas veces suelen ir acompañados de imágenes.

Contado a su manera, creo que es una descripción perfecta del tipo de libros que vengo comentando.

En el sapientísimo Foro de la T.I.A. un no menos sapientísimo Señor Ogro (de los mejores comentaristas y conocedores del mundo nostálgico que tanto trato en este blog - y con participación de Kaximpo, ¿cómo no?) nos presenta los manuales con un artículo completísimo que es en el que me voy a basar para dar alguna pista de qué eran estos manuales.

El libro en cuestión lo llevan los tres sobrinos de Donald y se trasladó a la vida real para que los chicos y chicas de la época (finales de los setenta) pudiésemos disfrutarlos (ocho años después de su publicación original en italiano).

Según nos informa Señor Ogro, fue obra de Elisa Penna y Gaudenzio Capelli, siendo la parte gráfica de Giovani Battista Carpi. La edición italiana llegó a los nueve volúmenes mientras que la española tuvo siete partes, continuada por manuales que empleaban a otros personajes (incluido uno de Yogui).

Yo empezé la colección por el de Tarconi, por lo que es posiblemente al que más cariño le tengo (y me enganchó tanto que me llevó a conseguir los demás volúmenes).

En su época se vendía en los Kioscos (también en librerías, pero yo no los adquirí ahí). Y se tiraban años en las estanterías, siendo comprados y repuestos una y otra vez. Pocos niños que yo conociese carecían de alguno.

Recuerdo que eran carillos (doscientas cincuenta pesetas) cuando un cómic podía costar cincuenta. Pero el interés era más que suficiente razón para animarse.

Y ahora tengo dificultades para conseguir los dos que me faltan. Y no es porque sean caros, sino porque no los encuentro ni en la red (bueno uno sí, pero viene en un paquete con varios, cosa que encarece el asunto y me hace tener repetidos. Si no puedo con otra opción, terminaré picando).

Pues eso, que sigáis disfrutando de las entradas de las tres de la tarde hasta que acabemos con el manual y os anuncio más para otros meses.